Los comisarios llamaron a Carlos Sainz por una maniobra en Brasil
«Un día de pesadilla», admitió Carlos Sainz en Brasil. «Tuve dos accidentes desafortunados y muy extraños. En ninguno de los dos había señales de que podía sufrirlos, así que no pude hacer nada para evitarlos». Cuando se corre en unas condiciones difíciles como las vividas en Sao Paulo, la línea que separa la adherencia que te mantiene en pista a la que te saca fuera de ella, es finísima, pero es la misma para todos.
Porque sí se podía hacer algo para evitar los accidentes. En la salida de pista que supuso el fin de la carrera de Carlos Sainz se ve claramente cómo se apoya la rueda trasera en la raya blanca y, a partir de ahí, el coche se vuelve incontrolable. El de Ferrari estaba en ese momento con mucha presión porque estaba perdiendo mucho tiempo en mitad del tráfico y venía de cometer otro error. Mala gestión de la tensión y de los riesgos a tomar. Aún así, fue la FIA la que le llamó a declarar.
Los comisarios de Brasil la toman con Carlos Sainz
Después de ofrecer su mejor versión, una semana después dio munición a los detractores que le niegan siempre el pan y la sal. Y esta irregularidad no es nueva. Es evidente que no es nada fácil estar fuerte mentalmente cuando sabe que el año que viene no va a estar en Ferrari. Carlos ha lidiado de forma admirable esta situación desde el punto de vista político, pero desde el deportivo, también ha fallado en varios momentos importantes.
Pero lo que molestó a los comisarios fue un movimiento del piloto. Y es que, ya fuera de carrera, Sainz volvió a poner el volante y arrancó, moviéndose unos metros. Esto descolocó a los comisarios, que si bien es cierto que no estuvieron en situación de peligro, sí retrocedieron. Desafortunadamente para Sainz, los daños eran excesivos y volvió a detenerse a escasos metros del lugar del incidente, completándose ahora sí, la retirada del vehículo.
Maniobra peligrosa
De esa manera, dirección de carrera, que abrió una investigación por lo que ellos llaman ‘conducción peligrosa’, ya que a su juicio, la decisión de Sainz pudo poner en peligro a los comisarios. Más allá de ese episodio en Brasil, el objetivo es aprovechar las tres carreras que le quedan en Ferrari para poder ampliar su palmarés.
Todo antes de que el año que viene esté en el asiento de un Williams, donde casi con total seguridad, pelear por los puestos de honor será la excepción y no la norma. «Es un domingo duro de digerir, pero pasaremos página cuanto antes, y resetearemos todo antes de Las Vegas«. El Gran Premio de la ciudad de Nevada, el antepenúltimo de la campaña, no tendrá lugar hasta dentro de tres semanas, el próximo 24 de noviembre