Hezonja y el resto de la plantilla se ponen serios ante el UCAM Murcia
En su séptimo intento, el Real Madrid logró reencontrarse consigo mismo lejos del WiZink, dejando atrás la mediocridad y sin rastro de los desplomes en los momentos decisivos o del desespero por la falta de acierto. Consiguió su primera victoria a domicilio de la temporada al vencer en Murcia, marcando un hito en noviembre.
El Real Madrid aplastó al UCAM Murcia, subcampeón de la pasada temporada, dejando atrás sus anteriores problemas. Llegó a dominar por 28 puntos (53-81) en el último cuarto, con un despliegue de aplomo y seriedad, aprovechando al máximo lo poco que tenía disponible, que, en realidad, es mucho. Incluso Sidi Gueye, con solo 17 años, se convirtió en un titán frente al equipo de Sito Alonso. Tavares, Hezonja (21 puntos y cinco triples) y Llull (16 puntos) ofrecieron un recital ante un rival sin respuesta. Además, se produjeron dos debuts prometedores: el alemán Declan Duru y el español Gildas Giménez.
El plan de Chus Mateo con Hezonja
Con el objetivo de evitar que la herida se agrandara y también de mantenerse al día en la clasificación de la ACB, Chus Mateo ideó un plan ante las adversidades. Desde el primer minuto en Murcia, sus jugadores se refugiaron en ese recurso, tan clásico como efectivo. Aprovecharon las dudas y errores iniciales del equipo local (un triple de 11) para construir una ventaja sólida que les permitió controlar el juego y dominar en el Palacio murciano.
El Real Madrid llegó a liderar por 16 puntos en la primera mitad, con un Tavares completamente dominante, respaldado por el canterano Sidi Gueye, quien le dio descansos breves pero efectivos. Con el rebote a su favor, el equipo blanco parecía controlar el juego, aunque los triples del equipo local terminaron por aparecer. Fue Artur Kurucs, el último de la rotación de Sito Alonso, quien rompió la sequía (pese a que UCAM también afrontaba las bajas de Caupain y Todorovic). A él se sumó Dylan Ennis, mientras su hermano Rodion inyectaba energía en defensa. UCAM se acercó, aprovechando también las pérdidas del Madrid, aunque no logró reducir demasiado la ventaja: Deck y Hezonja se encargaron de mantener la diferencia al descanso (31-40).
No tenían nada que hacer
El Real Madrid se mantuvo firme, como si las limitaciones en su plantilla solo le hubieran hecho más fuerte. Tavares dominaba la cancha, mientras que Llull y Hezonja encontraban el aro con facilidad, y la defensa en zona se consolidaba como un muro efectivo, con Abalde tomando decisiones inteligentes incluso en las faltas. La tarde avanzaba en Murcia, con Carlos Alcaraz presente en primera fila, pero poco había que el UCAM pudiera hacer. Hezonja destacaba con triples inesperados, mientras Eli Ndiaye aportaba intensidad y Deck y Campazzo, este último sin haber salido como titular, sumaban puntos y rebotes silenciosos para consolidar la ventaja.
Así, de una forma tan sorpresiva como contundente, el Real Madrid volvió a imponerse fuera de casa, recuperando la senda de la victoria en la carretera. Ahora, el equipo mira hacia el próximo desafío: el jueves en Milán, donde buscará reafirmar esta solidez y continuidad en su juego.