Hace 70 años Audrey Prudence juró que jamás volvería a comer pizza. Una promesa que ha roto a los 94 años de edad.
En 19422, su marido, con el que estuvo casada durante 63 años, permaneció preso en Italia bajo el mandato de Mussolini. La mujer prometió entonces que jamás volvería a probar el típico plato Italiano.
El pasado mes de enero Prudence sufrió un derrame cerebral y durante su recuperación decidió levantar la veda y probar un poco de pizza hawaiana. «No puede creer que haya resistido tanto tiempo», aseguró la nonagenaria tras degustar una porción.
Una de sus nietas, Emma Coates, de 41 años, dijo que en los últimos años su abuela había empezado a cocinar espaguetis boloñesa, pero nunca había dado el paso y comido pizza.
El marido de Prudence murió en 2009, a los 89 años. A la edad de 18 combatió por los ingleses en la Segunda Guerra Mundial.
En 1942 fue capturado en el norte de Africa por las tropas alemanas.
Posteriormente, permaneció preso en suelo alemán antes de ser trasladado a Italia, sin embrago, en sus cartas describía a sus captores germanos como personas «bastante educadas».
«Su trato en Alemania fue mucho mejor, compartieron sus raciones con él y lo dejaron guardar sus joyas Pero cuando lo trasladaron a Italia, los italianos le quitaron todas sus pertenencias, le obligaron a realizar duros trabajos y lo alimentaban una vez al día con sopas de ajo», recordaba la mujer en declaraciones a ‘Metro‘. Estuvo a punto de morir de hambre, y eso incidió en su salud una vez concluida la guerra» matizó.
Desde entonces, Prucence decidió boicoterar los alimentos italianos. Una guerra que ha llegado a su fin.