Angela y Randy Tindell, una pareja de Tennessee (Estados Unidos), plantean divorciarse para poder afrontar los altos costes que conlleva cuidar a su hijo de seis años aquejado de una grave enfermedad.
El pequeño requiere de unos cuidados que ascienden a 1.700 dólares mensuales.
Uno de los doctores que lleva el caso sugirió a la pareja el divorcio para que Angela pudiera acceder al ‘TennCare’, un programa de ayuda estatal del sistema de Medicaid de Tennessee, el cual cubriría gran parte de los gastos si la mujer se declaraba soltera y desempleada.
Por el momento, el marido asegura que tienen ingresos suficientes para afrontar los gastos, pero quiere presionar a los legisladores para que el plan de cobertura de Medicaid puede contemplar nuevos casos de actuación.