Ubicado en el sureste de Navarra, el Parque Natural de las Bardenas Reales ofrece un espectáculo visual que parece sacado de otro planeta. Este destino único, con más de 40.000 hectáreas, ha sido modelado por siglos de erosión, creando un entorno semidesértico que ha cautivado tanto a la UNESCO, que lo declaró Reserva de la Biosfera, como a turistas, fotógrafos y amantes de la aventura. Con rutas para recorrer en bicicleta, a pie o en coche, este parque es el lugar perfecto para descubrir paisajes sorprendentes y experimentar un ambiente totalmente fuera de lo común.
1Un paisaje lunar esculpido por la erosión
Las Bardenas Reales ofrecen un paisaje único, resultado de la erosión de su suelo arcilloso, arenoso y yesoso a lo largo de millones de años. Este proceso natural ha creado un horizonte impresionante, lleno de cabezos solitarios, barrancos profundos y mesetas que parecen esculpidas a mano. Entre los elementos más icónicos se encuentra el Castildetierra, un cerro que se ha convertido en el símbolo del parque, y que recuerda a las formaciones de la Capadocia en Turquía. Cada rincón de este paraje parece salido de una película de ciencia ficción, y no es de extrañar que producciones como Juego de Tronos hayan elegido esta localización para sus escenas épicas.