Un oficial de policía sueco, que se encontraba fuera de servicio, apresó a un fugitivo al que reconoció mientras compartían desnudos una sauna en Rinkeby, un suburbio de Estocolmo.
Sobre el detenido pesaba una orden tras haber evadido una sentencia de cárcel por asalto agravado, entre otros delitos.
Una portavoz de la policía, Carina Skagerlind, detalló que tras reconocerse mutuamente en el interior de la sauna, «el policía desnudo le dijo con calma al hombre que debía considerarse arrestado”.
El arresto se produjo sin mayores consecuencias y el apresado no opuso resistencia.