La organización del Mad Cool está en una situación delicada. El festival viene de una edición exitosa tanto a nivel de taquilla como de organización, pero todavía enfrentan los problemas derivados de la edición de 2023, su primera vez en el nuevo espacio Iberdrola Music de Villaverde. La promotora del evento, de hecho, está enfrentando una investigación por posibles medioambientales, a la que se ha presentado el colectivo Stop Mad Cool.
Si bien es una decisión delicada la decisión de permitir que se realizará el festival de este año, con todos los permisos apropiados, y la buena reacción del ayuntamiento de Madrid, incluyendo a la oposición representada en el PSOE Madrid liderado por Juan Lobato, que también dio un espaldarazo al evento, apuntan a un evento que se aprueba y se aplaude en la capital. «Enhorabuena a organizadores, patrocinadores, público y a todas las administraciones públicas implicadas en el Mad Cool por el trabajo hecho. Hay que seguir avanzando año tras año para lograr que #Madrid sea uno de los principales epicentros de la música en directo del mundo», escribía el socialista en sus redes sociales tras la edición de 2024.
De hecho, la decisión de permitir que se realice el festival, y que el juez no pidiera medida cautelar, y que de momento no se hayan presentado las sanciones del ayuntamiento, recuerdan los esfuerzos del festival de superar estos problemas.
Igualmente, los organizadores tendrán que apersonarse en las próximas semanas frente al juez para explicar la situación de la edición del 2023. La realidad es que todavía no se conocen las sanciones en caso de que se confirme el crimen medioambiental, y que pueden llegar a una prohibición de usar el recinto Iberdrola Music, más conocido como espacio Mad Cool, para este tipo de eventos masivos. Sería un duro golpe para la empresa que ha apostado por el espacio.
Pero más allá del problema para la empresa promotora, perder el recinto sería un golpe económico para la capital. El Mad Cool suele generar un impacto económico de más de 40 millones de euros y es un evento que permite que la capital reciba artistas que de otra forma no se acercarían a España, como los casos de Lizzo el año investigado o The Killers este año. Sumado a perder un recinto como el Santiago Bernabéu, las quejas sobre ruido pueden costarle a Madrid cientos de millones de euros anuales.
En cualquier caso, la empresa encargada de la explotación del espacio, Mad Cool Events, manejada por Mahou San Miguel, sigue sin plantear más eventos que el festival en este espacio. Originalmente, se esperaba que hubiese más eventos en la zona, y los miembros de las organizaciones contra el espacio aseguran que estos también incumplieron la normativa medioambiental.
LA EDICIÓN DE 2025 SIGUE ADELANTE
Lo que es cierto es que el festival no ha dado señales, ni internamente ni en sus redes, de que haya un cambio de rumbo respecto a la edición de 2025. La realidad es que lo normal es que tras bastidores ya haya artistas cerrados para el evento y que ya haya patrocinadores que se hayan sumado a la nueva edición. Dadas las mejoras innegables de la edición pasada, es evidente que el festival apunta a mantenerse en el mismo espacio, al menos en el futuro próximo.
Es algo que está por verse, pero sigue contando con el apoyo del ayuntamiento de Madrid y de la Comunidad. De momento, las sanciones que se han aplicado al evento han sido menores, por mucho, que las subvenciones locales. Es clave para el futuro del festival, y es un contraste importante al choque permanente del Primavera Sound con los gobiernos de Cataluña, aunque el otro gran festival español, también mantiene su buena relación con la ciudad.
Eso sí, aunque hay peticiones en el aire, todavía no hay ningún artista confirmado. El festival ha hecho costumbre desde su regreso de pandemia avisar del cartel entre noviembre y diciembre, por lo que todavía quedan algunas semanas de especulación antes de saber con seguridad quién tomará su tarima en el mes de julio.
EL MAD COOL DE 2024 FUE DUDA HASTA EL ÚLTIMO MINUTO
Es bueno recordar que aunque ahora el festival puede presentar la edición del 2024 es vista como un éxito el choque entre el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, y el alcalde José Luis Martínez-Almeida, sobre quien debía ser responsable de la movilidad mantuvo las dudas hasta el último minuto. Aunque finalmente se llegó a un acuerdo que permitió que el festival siguiera adelante.