Las ZBE es extienden como un virus: los coches con etiqueta B y C de la DGT no podrán circular en estas zonas

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En España, la llegada de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) está transformando el panorama urbano, especialmente en lo que respecta a la circulación de vehículos. Aunque inicialmente estas áreas se limitaron a los coches sin etiqueta de la Dirección General de Tráfico (DGT), muchas ciudades han ampliado estas restricciones a los vehículos con etiquetas B y C, y la lista sigue creciendo. Esta medida, impulsada por la Ley de Cambio Climático, exige a 150 ciudades españolas adoptar ZBE, lo que impactará a millones de conductores. A continuación, revisaremos las limitaciones actuales y futuras para los vehículos con etiqueta B y C en varias ciudades del país.

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Valladolid: la DGT implementa restricciones progresivas hasta 2030

Valladolid: la DGT implementa restricciones progresivas hasta 2030

Valladolid se ha sumado a las ciudades que ya implementan Zonas de Bajas Emisiones y ha anunciado que, a partir del 1 de julio de 2025, todos los vehículos sin etiqueta de la DGT estarán prohibidos en la nueva ZBE. A esto se suma una serie de restricciones progresivas para los vehículos con etiquetas B y C. A partir de enero de 2028, los coches con etiqueta B verán limitada su circulación dentro de la ciudad, mientras que los vehículos con etiqueta C seguirán el mismo camino desde 2030. Esta medida busca reducir la emisión de gases contaminantes y mejorar la calidad del aire en el centro urbano. Solo los coches con etiquetas ECO y Cero Emisiones podrán circular sin limitaciones en Valladolid.

Este endurecimiento de las restricciones es parte de un plan general del Ministerio para la Transición Ecológica, que exige a las ciudades de más de 50.000 habitantes, además de ciertos municipios con altos niveles de contaminación, implementar ZBE. Valladolid se ha adelantado con una ordenanza que establece un área de 1,1 kilómetros cuadrados, donde los vehículos más contaminantes no podrán circular. La normativa no solo tiene un impacto medioambiental, sino que también afecta significativamente a los ciudadanos que usan vehículos con etiquetas B y C para desplazarse a diario.

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