Los vecinos del derrumbe de Santander, entre nervios e incertidumbre: «Diez segundos más y no lo contamos»


Decenas de vecinos de los tres edificios desalojados tras el derrumbe de un inmueble esta madrugada en La Albericia se agolpan tras los cordones de seguridad a la espera de poder acceder a sus viviendas entre nervios e incertidumbre.

Los bomberos del Ayuntamiento de Santander han trabajado durante toda la mañana en las labores de búsqueda de tres personas desaparecidas, cuyos cuerpos han sido localizados a lo largo de esta mañana.

Según han relatado a Europa Press algunos vecinos que esperan a entrar en sus casas, varios preocupados por sus mascotas, a las 4.00 horas les despertó un fuerte golpe.

Pensábamos que un terrorista había puesto una bomba», ha señalado un joven vecino del inmueble derrumbado que pudo salir junto a los cuatro miembros de su familia y sus dos perros de la planta baja del edificio momentos antes del derrumbe.

«Salimos de casa y nos encontramos con mucho humo blanco. La puerta estaba atascada pero pudimos abrirla y cuando salimos nos encontramos con esto», ha detallado. «Diez segundo más y no lo contamos. Las vigas se estaban consumiendo», ha afirmado a la par que comentaba que dos vecinos de la segunda planta pudieron salvar sus vidas al saltar por las ventanas.

La planta baja, donde reside este joven, no se ha llegado a derrumbar, por lo que espera que pueda recuperar algunas pertenencias de dentro de la vivienda.

Otros vecinos del edificio y familiares de los afectados han comentado que en el inmueble se encontraban dos niñas y que, gracias a que su madre las evacuó por el balcón, se han podido salvar.

«La madre, apurada, tiró a las niñas por el balcón y unos vecinos que son familia, las cogieron», ha contado una familiar que se acercó a la zona.

Por otra parte, otro de los vecinos de uno de los edificios desalojados espera impaciente que le dejen entrar en su vivienda, preocupado por su gato. «Mi mujer y yo nos despertamos con una onda expansiva y salí corriendo a la calle con lo puesto para ayudar». Desde entonces, no ha podido regresar a su vivienda. «Las luces se encendían y apagaban», ha comentado.

Los servicios de emergencias han instalado en la zona un hospital y tienda de campaña para atender a los vecinos con alimentos y bebidas, y les han ofrecido trasladarse al centro de acogida Princesa Leticia o cualquier prestación que necesiten.

También se han desplazado efectivos y medios sanitarios con varias dotaciones de ambulancia, agentes de la Policía Nacional y Local, de Protección Civil, Cruz Roja y Servicios Sociales de Santander, incluido un gabinete psicosocial.

Además, se les ha proporcionado mantas y ropa de abrigo hasta un autobús municipal para estar cubiertos y sentados mientras esperan, en una mañana fresca.