El pescado congelado se consolida como un producto esencial en la cesta de la compra de los hogares españoles. Su comodidad, precio estable y facilidad de almacenamiento, unidos a la percepción de alimento saludable, lo convierten en la opción preferida para dos de cada tres familias (64%) que consumen pescado en España.
Este dato se desprende de un estudio sobre el consumo de productos del mar en España encargado por la Asociación Española de Mayoristas, Importadores, Transformadores y Exportadores de Productos de la Pesca y Acuicultura (Conxemar) a la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), que revela interesantes tendencias y oportunidades para el sector.
¿Por qué el pescado congelado gana terreno en los hogares españoles? La respuesta reside en la combinación de calidad, salubridad y precio. El 88% de los consumidores valora la calidad y la salubridad del pescado congelado, mientras que el 86% destaca su precio competitivo. Además, la practicidad (42%), el precio estable (42%) y la facilidad de almacenamiento (37%) son factores determinantes a la hora de decantarse por esta opción.
En un contexto económico marcado por la inflación, el pescado congelado se presenta como una alternativa accesible y de calidad para las familias españolas. La posibilidad de adquirir diferentes formatos y tamaños, adaptándose a las necesidades de cada hogar, refuerza su atractivo.
Aunque el 36% de los consumidores de pescado aún no se han sumado a la tendencia del congelado, alegaciones como una menor calidad o pérdida de nutrientes carecen de fundamento. Los avances en las técnicas de ultracongelación permiten conservar las propiedades nutricionales del pescado fresco, ofreciendo un producto igual de saludable e incluso más seguro al eliminar el riesgo de anisakis. La transparencia en el etiquetado, informando sobre el origen y el proceso de congelación, contribuye a generar confianza en el consumidor.