El último capítulo de los enfrentamientos entre Rafa Nadal y Novak Djokovic tendrá lugar este sábado, apenas 9 días después de que el español anunciase su retirada después de la Copa Davis que se disputa en noviembre. Precisamente Nadal se ha sincerado ante la prensa en las horas previas al encuentro, donde ha manifestado cómo ha aceptado la llegada del final de su carrera y su resignación por que las piernas no le respondan como hace unos años.
«Tengo asumido que esto se acaba«, comentó, seguro de que «la decisión está más que tomada» después de todo un 2024 plagado de incertidumbre en lo que respecta a su recuperación física tras una temporada anterior en el dique seco. «Dije el año pasado que este sería probablemente mi último año y así va a ser».
«Tengo asumido que esto se acaba, el cuerpo no me responde», dice Rafa Nadal
«Simplemente, lo he anunciado un poquito más tarde. La gente esperaba que lo anunciara antes de Roland Garros, pero me he dado el tiempo necesario en una decisión que es un cambio dentro de mi vida, de lo que vengo haciendo durante los últimos 30 años», sentenció, explicando que para tomar la decisión de dejar el tenis profesional «uno tiene que estar seguro, no tomar una decisión por lo que te puedan decir o lo que puedas escuchar.
Pero más allá de ello, lo que se ha visto es que el físico de Rafa Nadal no está para muchos trotes. Porque lo cierto es que la exhibición de Riad evidenció que su cuerpo y su mente están lejos de su mejor forma. Lento de piernas, sufriendo en los desplazamientos laterales… su musculatura, sus articulaciones no aguantan el ritmo de bola y de intensidad que marca el circuito actualmente. Y así lo dejó ver: «mi cuerpo no me responde».
El manacorí no es capaz de jugar al tenis de manera continuada
Rafa Nadal, consciente de que está jugando sus últimos partidos, ha explicado de manera específica porque pone fin a su carrera: «Es un tema muy simple, yo no estoy quemado ni cansado de mi deporte. Mi cuerpo no me responde como necesito para que me compense seguir haciendo lo que hago, pero yo soy feliz, me divierte jugar al tenis».
«No soy capaz de hacerlo de manera continuada al nivel y a los estándares que a mí me compensan y me motivan. Para llegar a esa conclusión he tenido que dejar pasar un tiempo y creo que era algo que yo necesitaba», confesó el español en rueda de prensa. No está para seguir a Jannik Sinner, ni a Carlos Alcaraz. Ni siquiera a un Djokovic que, casi con su misma edad, se mantiene competitivo pese a sus 37 años.