Enclavado en la provincia de Girona, Castellfollit de la Roca es un pequeño pueblo que parece desafiar la gravedad. Situado en un risco de basalto volcánico que se alza sobre el río Fluvià, este pintoresco enclave es uno de esos secretos ocultos de Cataluña que deja sin palabras a quienes lo visitan por primera vez. A medio camino entre las montañas y los campos de cultivo, el pueblo, con su arquitectura medieval y sus vistas sobre el abismo, ofrece una experiencia única para los viajeros.
1La historia que se oculta tras el risco
Castellfollit de la Roca no solo se caracteriza por su ubicación espectacular, sino también por la historia que encierra. Su origen se remonta a tiempos medievales, y sus calles empedradas y sus viviendas de piedra reflejan la esencia de lo que fue un pequeño núcleo rural en la Edad Media. El riesgo sobre el que se asienta es una formación geológica impresionante: un riscal de basalto que se originó hace millones de años, cuando la actividad volcánica dio forma a este paisaje tan singular.
La elección de este emplazamiento no fue fortuita. Los habitantes de la zona aprovecharon la elevación natural para establecer un lugar de fácil defensa y con una posición estratégica. El pueblo se formó alrededor de una iglesia, y su crecimiento se consolidó durante la Edad Media, cuando el comercio y la agricultura eran las principales actividades económicas. Hoy en día, esta historia se conserva en las fachadas de las casas y en los pequeños detalles de la arquitectura, que parecen suspendidos en el tiempo.
