En España, las luces de emergencia tienen un propósito claro y regulado por la Dirección General de Tráfico (DGT): advertir a otros conductores sobre situaciones que requieren precaución. Sin embargo, un uso inadecuado de estas luces, como agradecer el paso cedido o mostrar cortesía en carretera, podría costarte una multa de hasta 100 euros. Aunque algunos conductores las utilizan con buenas intenciones, esta práctica es incorrecta según la normativa vigente, y es importante conocer las implicaciones legales de este gesto. A continuación te contaremos en que casos la DGT podría ponerte una multa. ¡No te lo pierdas!
1El uso correcto de las luces de emergencia según la DGT
La DGT establece claramente cuándo y cómo deben utilizarse las luces de emergencia en el Código de Circulación. Según el artículo 109, estas señales ópticas son obligatorias para advertir a los demás conductores de maniobras que implican un desplazamiento lateral o una frenada considerable. En ningún momento, la normativa contempla su uso para gestos de cortesía, como agradecer a otro conductor por ceder el paso o facilitar la circulación. Activar las luces de emergencia por motivos ajenos a su función principal puede ser considerado una infracción leve, sancionada con una multa de 100 euros sin retirada de puntos.
El código de circulación es claro en este sentido: el primer apartado del artículo 109 señala que cualquier maniobra que implique un cambio de carril, desplazamiento lateral o una frenada importante debe ser comunicada a los demás usuarios mediante señales ópticas. En el segundo punto del mismo artículo, se hace hincapié en que la intención de inmovilizar el vehículo o reducir su velocidad de manera significativa debe ser advertida, siempre que sea posible, con las luces de frenado o señales manuales, nunca con las luces de emergencia para agradecer un gesto. Ignorar esta normativa y usar las luces de emergencia para otros fines puede confundir a otros conductores, creando situaciones de riesgo.