Los patinetes, bajo lupa: más accidentes, delitos y trucajes ilegales

Los patinetes eléctricos llegaron a nuestras vidas hace unos años para ser una alternativa a los tradicionales medios de transporte. Desde entonces, es habitual verlos en las carreteras de cualquier ciudad debido a sus peculiares características: son ligeros, baratos y fáciles de usar, puesto que no se requiere realizar ningún curso previo.

En específico, los patinetes eléctricos entran en la categoría de Vehículo de Movilidad Personal (VMP), un tipo de transporte concebido para la micromovilidad. Al ser algo nuevo, su regulación trae de cabeza a la Dirección General de Tráfico (DGT), que adopta continúa medidas para hacer de ellos un transporte más seguro.

LOS PATINETES YA SON MOTIVO DE PREOCUPACIÓN

Y es que también están comenzando a ser motivo de preocupación y de cambios en la legislación relacionada con el uso de vehículos de movilidad personal, los VMP. Estamos hablando, naturalmente, de los patinetes eléctricos, un vehículo que ha logrado ocupar en poco tiempo un espacio entre los peatones, las bicicletas y las motocicletas, aunque no sin roces y conflictos que incluso han involucrado a vehículos de cuatro ruedas.

Cada vez son más comunes los atropellos de peatones por parte de conductores de patinetes, los muertos y heridos por no usar equipos de seguridad, los choques con bicicletas y motos, y los incidentes con coches, sobre todo cuando los patinetes están mal aparcados o simplemente tirados en el suelo.

Estas y otras situaciones del mismo tenor han llevado a la DGT a plantear una serie de modificaciones en la legislación, incluidas en el nuevo Reglamento de Circulación que se encuentra actualmente listo para ser aprobado por el gobierno.

De hecho, el nuevo marco legal obliga a todos los patinetes a estar inscritos en un registro y claramente identificados con una placa similar a una matrícula, donde deberá aparecer el número de serie del vehículo y el número de certificado. Además de una indicación clara de que no puede superar los 25 km/h.

LA REGULACIÓN HA CAMBIADO

Los usuarios de patinetes deberán llevar un casco de forma obligatoria (una medida que antes dependía de las ordenanzas municipales), incluso cuando se trate de patinetes de alquiler, en cuyo caso el cliente deberá poseer el casco homologado. Para los que utilizan los patinetes de forma profesional, será obligatorio el uso de chalecos reflectantes, y en horas nocturnas esta norma será obligatoria para todos los conductores de estos vehículos.

Además, para poder llevar un patinete eléctrico desde este 2024, es necesario obtener un certificado de circulación, aunque eso no evita que siga habiendo incidentes en los que estén involucrados estos vehículos, desde problemas con la electricidad, como el ocurrido en Valencia, hasta impactos contra coches que resultan fatales, y es que este nuevo medio de transporte conlleva muchos peligros.

ALGUNOS USUARIOS LOS CONVIERTEN EN ILEGALES

Es más; algunos, incluso, han optado por pasarlos a la ilegalidad. Porque los 25 km/h de velocidad máxima exigida por la ley para los VMP parece que no son suficientes para algunos usuarios. Este hecho ha propiciado todo un mercado negro de servicios que deslimitan las imposiciones de los patinetes eléctricos.

Según las informaciones, por entre 10 y 150 euros, cualquier propietario de uno de estos vehículos puede conseguir que su VMP supere la velocidad máxima permitida por ley, algunos llegando incluso a los 100 km/h.

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La principal problemática de todo esto es que muchos de los patinetes que se venden en Europa y en España actualmente, tienen la capacidad por construcción de ir a a una velocidad superior de lo que permite la ley. Una medida que se toma muchas veces para que las prestaciones del vehículo no disminuyan en determinadas situaciones como la subida de una cuesta. Sin embargo, para los hackeadores de patinetes, quitar esta limitación resulta de lo más sencillo.

MADRID EXPULSA LOS PATINETES DE ALQUILER

Más lejos han ido ciudades como Madrid, donde directamente han optado por expulsar aquellos patinetes pertenecientes a empresas de alquiler. El consistorio madrileño, el mismo que permitió la llegada de estos VMP, se desdice poco menos de un año después alegando que «las compañías acumulan varios incumplimientos».

Entre ellos, asegura el equipo de Martínez-Almeida, no dar servicio a toda la ciudad, la falta de cobertura de los seguros o la ausencia de tecnología para impedir que los vehículos circulen o paren en zonas que están prohibidas. Y ha avisado «no va a haber nuevas autorizaciones a empresas».

Y es que los patinetes de alquiler han protagonizado algún que otro revuelo en la ciudad y que se replican en otras urbes. Uno de los principales problemas ha sido su estacionamiento indebido por parte de algunos usuarios en lugares que no estaban habilitados para ello. Aunque se plantearon algunas soluciones como instalar dispositivos de seguimiento en los vehículos, los técnicos municipales aseguran no tener constancia de que hayan sido implementadas.