El cáncer de mama es el segundo tumor más frecuente en la Comunidad Valenciana, afectando a más de 3.800 mujeres cada año. Si bien los avances médicos han incrementado la supervivencia, las secuelas físicas, emocionales y laborales persisten, dificultando la reincorporación a una vida plena. La Asociación Española Contra el Cáncer Valencia explora el impacto del cáncer de mama en la vida de las mujeres, desde el diagnóstico hasta la recuperación, destacando la importancia del apoyo integral y la investigación para mejorar su calidad de vida.
El impacto laboral y económico del cáncer de mama
El cáncer de mama no solo afecta la salud física y emocional, sino que también tiene un impacto significativo en la vida laboral de las mujeres. Según estudios, el 70% de las supervivientes ve frenada su trayectoria profesional. Este freno se debe a diversos factores, como las secuelas del tratamiento, la discriminación laboral y la falta de apoyo por parte de las empresas.
El chemobrain o quimiocerebro, una pérdida de capacidad de concentración y memoria, es una de las secuelas más comunes del tratamiento de quimioterapia. Este efecto secundario puede ser especialmente problemático para mujeres con trabajos intelectualmente demandantes, dificultando su reincorporación laboral. Además, el 64% de las supervivientes reconoce haber sufrido algún impedimento para reincorporarse al trabajo, y más de la mitad no se ha sentido apoyada por su jefe y sus compañeros.
En el peor de los casos, una de cada cuatro mujeres se ve obligada a dejar su trabajo como consecuencia de la enfermedad, a pesar de haber finalizado el tratamiento y tener el alta médica. Esta situación, sumada a los problemas económicos que afectan a casi el 30% de las supervivientes, las coloca en una situación de vulnerabilidad socioeconómica, especialmente en el contexto actual de inflación. Por ello, es fundamental que las empresas implementen políticas de apoyo a las trabajadoras afectadas por cáncer de mama, que incluyan la posibilidad de incorporación progresiva, flexibilidad horaria y adaptación del puesto de trabajo.
Secuelas físicas, emocionales y la importancia del apoyo psicooncológico
Más allá del impacto laboral y económico, las mujeres supervivientes de cáncer de mama deben enfrentarse a secuelas físicas y psicológicas que condicionan su vida. El cansancio, el dolor continuado, las dificultades para concentrarse y memorizar, son solo algunos de los síntomas que pueden persistir en el tiempo. Estas secuelas invisibles a menudo generan un mayor impacto psicológico que las secuelas agudas del tratamiento, como los vómitos o la caída del cabello.
La convivencia con el miedo a la recaída, las revisiones constantes y la incertidumbre sobre el futuro, también contribuyen al malestar emocional. Además, la preocupación por la imagen corporal y la apariencia física afecta a más de la mitad de las supervivientes. Todo ello hace que el 76% de las pacientes requieran atención psicooncológica. El apoyo psicológico es esencial para procesar el trauma del diagnóstico y el tratamiento, aprender a manejar las secuelas emocionales y recuperar la confianza en sí mismas.
La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ofrece una amplia gama de servicios de apoyo a las mujeres afectadas por cáncer de mama, incluyendo atención psicológica, social y económica. Estas ayudas son fundamentales para que las supervivientes puedan recuperar su vida y afrontar el futuro con optimismo.
La investigación es clave para seguir avanzando en la lucha contra el cáncer de mama. Gracias a la investigación, se han logrado importantes avances en el diagnóstico precoz y los tratamientos, lo que ha permitido aumentar la supervivencia. Sin embargo, es necesario seguir investigando para encontrar nuevas terapias más eficaces y menos agresivas, así como para mejorar la calidad de vida de las supervivientes.
El testimonio de Almudena Puchades, diagnosticada de cáncer de mama en 2020 y libre de la enfermedad desde hace cuatro años, es un ejemplo de superación y esperanza. Almudena destaca la importancia del apoyo psicológico para volver a ser «alguien parecido a la persona que eras» y subraya la necesidad de entender que el cáncer de mama no es «un año malo, es bastante más tiempo». Su experiencia pone de manifiesto la importancia de visibilizar las secuelas invisibles del cáncer y de ofrecer un apoyo integral a las supervivientes para que puedan recuperar su vida y afrontar el futuro con optimismo. «Podemos aguantar mucho más de lo que pensamos, hay que seguir adelante», afirma Almudena, recordando que lo más probable es que la enfermedad no reaparezca.
La AECC en Valencia, a través de iniciativas como la carrera «Valencia Contra el Cáncer», recauda fondos para financiar proyectos de investigación y ofrecer apoyo a las pacientes y sus familias. También organiza jornadas informativas y mesas redondas, como la celebrada en la Feria Ponte Guapa, con la participación de pacientes, psicólogas y fisioterapeutas, para ofrecer información y apoyo a las mujeres afectadas por cáncer de mama.