La hierba conocida como hipérico ha sido empleada desde hace muchos años por sus diversos beneficios para el organismo, pero uno de los más conocidos, es su utilización como alternativa para combatir la depresión.
Las propiedades medicinales de la hierba Hypericum Perforatum, conocida como planta o flor de San Juan, la han convertido en una gran opción casera para combatir diferentes padecimientos. Uno de los principales atributos que se le otorga, es su rol en la ansiedad y para la depresión, teniendo resultados parecidos a los medicamentos recetados, pero sin presentar los efectos secundarios asociados a los fármacos regularmente. Además, esta planta es reconocida por la comunidad científica.
La depresión es una enfermedad muy frecuente, en estos momentos afecta en todo el mundo a más de 350 millones de personas, siendo uno de los mayores padecimientos actuales de la humanidad. Se caracteriza por profundos sentimientos de tristeza, abatimiento o melancolía, que intervienen en el día a día durante largos períodos de tiempo, evitando que se pueda realizar la rutina de manera normal.
La depresión puede tener consecuencias graves, es por ello que debe tratarse a tiempo. El hipérico, aunque es una medicina natural, en estos casos debe ser indicado por un especialista, para que haga un seguimiento de la persona, controle las dosis apropiadas para cada individuo y el tiempo de la ingesta.
¿Cuáles son los beneficios del hipérico?
Esta planta medicinal tiene compuestos como flavonoides, xantonas, floroglucinol y la hipericina, y sus derivados. Se conoce que éstos ayudan a inhibir algunas enzimas, lo que ocasionará el incremento de la serotonina, que al tener niveles elevados en el cerebro beneficia el estado de ánimo y el equilibrio emocional.
Igualmente, influyen en la noradrenalina y la dopamina, la primera asociada a la energía y la segunda al placer. Lo que permite disminuir los síntomas de la depresión y los trastornos de la ansiedad.
Los grandes beneficios del hipérico se han demostrado a través de diferentes estudios acreditados, por lo que tiene reconocimiento no sólo como medicina natural, sino además dentro de la comunidad médica y científica. La planta de San Juan tiene un coste menor que los fármacos regulares recetados para la depresión, y no presenta efectos adversos.
Aunque es originaria de Europa, actualmente puede encontrarse en prácticamente cualquier parte del mundo. Las flores de esta hierba son las más empleadas de forma medicinal. Además de para la depresión y ansiedad, también es muy usada en tratamientos para los hemorroides, dolores de cabeza, padecimientos de la piel, problemas digestivos, y para dolores musculares, entre otros.
Para los tratamientos, puede usarse en aceite durante procesos de cicatrización, y las cápsulas y la infusión son recomendadas para aprovechar todos los beneficios y propiedades, especialmente para la ansiedad y la depresión.
El ejercicio como alternativa para la depresión
Para mitigar y combatir la depresión, también se pueden utilizar otros métodos naturales que beneficiarán enormemente a la persona. Uno de ellos, es la práctica de algún deporte o el ejercicio físico regular, que influyen sobre los aspectos químicos del organismo y tienen efectos positivos en la salud.
Además, la actividad física permite la liberación de neurotransmisores como la dopamina, melatonina y serotonina, que ayudan a regular las emociones, a equilibrar el organismo y a normalizar los patrones de sueño.
El ejercicio, con la guía de un entrenador personal influye positivamente en las personas y permite reducir los síntomas de la depresión. Un programa supervisado, funciona con una mayor disciplina y regularidad en la práctica, así que no sólo es el deporte, sino que la forma cómo se practica, también puede ayudar a aliviar los problemas de ansiedad y depresión.
Lo recomendable es que se desarrollen programas de ejercicios apropiados para cada persona, evitando deportes que puedan causar alteración o estrés, como los que requieren mucha concentración. Los entrenamientos deben fomentar el esfuerzo, ser motivantes y permitir la colaboración grupal, para potenciar el efecto terapéutico.