El drama alrededor de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en Madrid continua. Aunque el ayuntamiento reaccionó rápidamente, recurriendo la sentencia y ya se organiza para presentar una nueva ordenanza, las reacciones de la ciudadanía han variado entre los conductores y los ecologistas, pero es evidente que se trata de una situación diferente para quienes trabajan con vehículos. Entre estos algunos, como los repartidores, lo han celebrado, pero otros trabajadores sufrirían si estas dejan de funcionar, entre estos los conductores tanto de los taxis como de las VTC como Cabify, Uber y Bolt.
Ambas partes están preocupadas, no solo por qué la pérdida de las ZBE empeoraría la calidad del aire en la capital, sino también, ya que la misma aumentaría los niveles de tráfico en la zona que se traducirían en un problema para ellos, primero por qué reducirían la cantidad de viajes que pueden realizar en la zona central, uno de los factores más importantes para la facturación de cada trabajador, algo clave para su día a día, y para medir sus ingresos a fin de mes tanto en el caso de las VTC como en el de los taxis. .
«Si los coches vuelven a la zona, empeorará la situación, pero no sé si la gente lo hará», explica a este medio una fuente dentro del sector de las VTC. No es la única, pues desde el sector comentan que ha habido mejoras en el transporte público en la zona, además de la mayor afluencia de Cabify, Uber, Bolt o de los taxis. Al mismo tiempo, asumen que es posible una subida en el coste para el usuario, aunque en este caso señalan que el taxímetro de los taxis puede traducirse en un aumento más visible que el de las aplicaciones de la nueva movilidad.
Es una realidad que acepta el secretario en Madrid de Taxi Project, Lorenzo Sánchez, aunque para él un posible aumento de precio es un problema menos grave que el daño ambiental tanto a nivel de ruido, un tema en boga actualmente en la capital tras la controversia del Bernabéu, como por la calidad del aire. «Nosotros estamos a favor de la zona de bajas emisiones, porque entendemos que hay un problema medioambiental en las ciudades de una magnitud importante», explica el miembro de Taxi Project.
«Dentro del sector del taxi queríamos una zona de bajas emisiones y creíamos en la zona de bajas emisiones porque se ha visto que los resultados estaban ahí. O sea, cuando se empezó a aplicar la primera zona de bajas emisiones, que fue el Madrid Central, disminuyó la contaminación en Madrid Central. Sí que es verdad que a lo mejor esa parte de contaminación se trasladó a otras vías que están aledañas a la zona de Madrid Central, pero ahora mismo dentro de la M-30 ha mejorado la circulación y ha mejorado la calidad del aire», recuerda el trabajador.
LOS TAXIS Y LAS VTC YA TRABAJAN CON VEHÍCULOS DE POCAS EMISIONES
Si hay algo que tener en cuenta a la hora de entender la posición de los taxistas es que no solo tienen derecho a circular por la zona de bajas emisiones, sino que la mayoría de sus vehículos tienen etiquetas adecuadas para poder atravesar la zona en la actualidad. Según los datos que comparte Sánchez, el 80% de los taxis de la ciudad tienen la etiqueta eco, y un 10% más tienen etiqueta C, pues recuerdan que ellos ya no pueden usar la etiqueta D para trabajar.
Algo similar ocurre con las VTC, que poco a poco ha ido adaptando su flota a las exigencias de las zonas de bajas emisiones, pues siguen apuntando como empresas a conseguir el equilibrio carbónico. En el caso de la empresa española Cabify, por ejemplo, más de 90% de sus vehículos que operan con etiquetas cero o eco. Por tanto, son empresas que pueden contar con esto, pero además los conductores se verían afectados directamente.
LA DESAPARICIÓN DE LAS ZBE: UN COLAPSO QUE AFECTARÍA LA FACTURACIÓN
Lo cierto es que el colapso de las vías del centro de la ciudad se traduciría también en una reducción de los viajes diarios que pueden realizar los trabajadores dedicados al transporte de pasajeros. No es un dato menor, esto afecta directamente su fin de mes, por lo que tiene un motivo más allá de la contaminación para defender estos espacios. Al mismo tiempo, dado el esfuerzo que han hecho ambos sectores para cuidar sus propias emisiones, tiene sentido que defiendan estos espacios con honestidad, como lo ha explicado el propio Lorenzo Sánchez.
«Que tú celebres que tu ciudad está más contaminada no entra dentro de lo que yo pueda procesar. O sea, no entiendo que se celebre que se tumbe una zona de bajas emisiones cuando se ha visto que la calidad del aire ha mejorado. O sea, no puedo entenderlo», sentencia el miembro de Project Taxi.