La tortuga pintada es uno de los reptiles para los cuales el cambio climático podría resultar particularmente amenazador porque el incremento de las temperaturas elevaría la proporción de hembras al nacer, lo que eventualmente podría provocar un colapso de la población y posiblemente la extinción de la especie.
Ésta es la conclusión principal de un estudio realizado por siete investigadores de instituciones de Canadá, Estados Unidos y Sudáfrica, y publicado en la revista ‘Scientific Reports’.
Las fluctuaciones térmicas en el ambiente provocadas por el cambio climático podrían devastar un rango de especies para las cuales el sexto está determinado por la temperatura durante las etapas cruciales del desarrollo.
El aumento térmico y las oscilaciones más amplias de las temperaturas podrían interrumpir la proporción de machos y hembras en las poblaciones de tortuga pintada (‘Chrysemys picta’) y amenazar la supervivencia de esta especie, según subraya Nicole Valenzuela, profesora de ecología, evolución y biología de los organismos en la Universidad Estatal de Iowa (Estados Unidos), y autora principal del estudio.
Valenzuela explicó que el sexo en las tortugas pintadas depende de la temperatura ambiente mientras se desarrollan dentro del huevo. Si éste está expuesto a temperaturas más cálidas, tenderá a producir hembras, en tanto que las temperaturas más frías facilitan que nazcan machos.
Esta determinación del sexo sucede en numerosas especies de tortugas, así como cocodrilos, algunas lagartijas y tuátaras. El aumento medio de las temperaturas y las fuertes fluctuaciones térmicas debido al cambio climático podrían llevar a cambios drásticos en la demografía de las especies, lo que provocaría un colapso poblacional y posiblemente la extinción.
Valenzuela y sus colegas analizaron la temperatura registrada en los huevos de nidos de tortugas pintadas en poblaciones en Iowa, Nebraska y Canadá, así como la proporción de machos y hembras, y comprobaron que no todas las poblaciones muestran la misma sensibilidad a la temperatura del ambiente.
“MALA NOTICIA”
Otros estudios previos expusieron huevos de tortuga a temperaturas constantes en un laboratorio para medir el impacto en la determinación del sexo y señalaron que un incremento de unos cuatro grados puede suponer la diferencia entre un nido que produce sólo machos y otro del que salen solamente hembras.
Sin embargo, esos experimentos no tuvieron en cuenta las fluctuaciones de temperatura que se producen en los nidos en el medio natural. Valenzuela analizó huevos con esas características e incluso los expuso a oscilaciones térmicas exageradas para imitar los futuros escenarios de cambio climático.
Los investigadores encontraron que el calentamiento global facilita el nacimiento de hembras, en tanto que temperaturas más frías tienden a producir más machos.
«Si lo que encontramos es generalizable a otras especies con determinación de sexo dependiente de la temperatura, ésta es una mala noticia», apunta Valenzuela, que añade: «Si un aumento promedio en la temperatura está acompañado por una mayor variación, veremos que las poblaciones se vuelven unisexuales más rápido de lo anticipado. Las mayores oscilaciones se suman al efecto de una temperatura promedio más alta».
Valenzuela subraya que la pérdida de hábitat y la explotación ya ha empujado a muchas tortugas vulnerables a la extinción, y que el cambio climático sólo aumenta el peligro al que se enfrentan estas especies.