La Seguridad Social ha logrado un saldo positivo de 1.619 millones de euros en los primeros ocho meses del año, lo que equivale al 0,1% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Este resultado se debe a un aumento del 6,6% en los ingresos, que alcanzaron los 145.585 millones de euros, frente a un incremento del 7,6% en los gastos, que se situaron en 143.966 millones de euros.
Uno de los principales factores que ha contribuido a este superávit ha sido el crecimiento de los ingresos por cotizaciones, que se elevaron un 7,9% hasta los 109.740 millones de euros. Esta cifra representa un 33,4% más en comparación con el mismo período de 2019, el último ejercicio no afectado por la pandemia. Además, los ingresos procedentes del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), en vigor desde enero de 2023, aportaron 2.443 millones de euros, un 42,7% más que en el mismo período del año anterior.
Crecimiento en Cotizaciones y Transferencias del Estado
El aumento de los ingresos por cotizaciones se debió principalmente al incremento de un 7,8% en las cuotas de los ocupados, que alcanzaron los 103.604 millones de euros, y del 8,5% en las efectuadas por los desempleados, que llegaron a los 6.137 millones de euros. Por su parte, las transferencias recibidas por la Seguridad Social ascendieron a 34.433 millones de euros, un 5,2% más que en el mismo período de 2023, siendo la partida más significativa las transferencias del Estado y Organismos Autónomos, que aumentaron un 4,2% hasta los 30.989 millones de euros.
Aumento en el Gasto en Prestaciones y Subsidios
Por el lado de los gastos, las prestaciones económicas a familias e instituciones alcanzaron los 135.330 millones de euros, un 8,2% más que en el mismo período de 2023. Dentro de esta cifra, el gasto en pensiones contributivas de invalidez, jubilación, viudedad, orfandad y en favor de familiares, así como los complementos para la reducción de la brecha de género, aumentó un 7,3% hasta los 110.461 millones de euros. Además, el gasto en subsidios de incapacidad temporal (IT) se disparó un 17,6%, alcanzando los 10.422 millones de euros.
En resumen, la Seguridad Social ha logrado un saldo positivo en los primeros ocho meses del año, gracias a un crecimiento de los ingresos por cotizaciones y transferencias del Estado, lo que ha permitido compensar el aumento en el gasto en prestaciones y subsidios, principalmente en lo relacionado con las pensiones contributivas y los subsidios de incapacidad temporal.