El coronel de la Guardia Civil y coordinador del dispositivo policial del 1-O, Diego Pérez de los Cobos, afirmó este martes durante el juicio contra el ‘procés’ independentista en Cataluña que el entonces presidente de la Generalitat Carles Puigdemont se agarraba a un «clavo ardiendo», respecto al mantenimiento de la convivencia ciudadana al que aludía el auto, porque era la forma de «condicionar» la actuación policial.
Así se manifestó Pérez de los Cobos ante las preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal durante su declaración como testigo ante la sala del Tribunal Supremo que juzga a los líderes del independentismo por la convocatoria y celebración del referéndum del 1-O.
Según el coronel, la Junta de Seguridad fue “una situación kafkiana” porque se convoca el 27 de septiembre por la tarde, tras el auto del TSJC, con un solo punto del día, que calificó como “surrealista”, la “coordinación de los dispositivos de seguridad para el referéndum de autodeterminación del 1-O”, es decir, era una reunión para coordinar “una actividad que había sido declarada ilegal”, expresó.
Asimismo, Pérez de los Cobos destacó que una de sus mayores “sorpresas” al llegar a esta reunión fue ver al mayor Trapero, quien no formaba parte de la Junta de Seguridad, “sentado, además, en el mismo lado de la mesa que la Generalitat”. Durante el encuentro, subrayó, Puigdemont transmitió que el objeto de la reunión era “acordar cómo tiene que actuar la policía judicial para el cumplimiento del auto y garantizar la convivencia ciudadana”.
De esta manera, continuó, el president de la Generalitat “ponía sobre la mesa como bien superior la convivencia ciudadana, en referencia al auto de la magistrada, pero parecía que quería agarrarse a un clavo ardiendo para condicionar la actuación policial”. Ante esto, Pérez de los Cobos destacó que contestó al president que “no podemos confundir lo sustantivo con lo adjetivo”, de manera que “lo sustantivo era cumplir con el mandato judicial y lo adjetivo la forma en que se cumplía, que se podía hablar”.
Tras esto, el coronel destacó la insistencia de Puigdemont en que “un mandamiento judicial no podía pisotear los derechos de los ciudadanos”, así Pérez de los Cobos le recordó que “la opción más fácil y más sencilla que no afecta a la convivencia ciudadana y evita incidentes es la desconvocatoria”, lo que, según explicó, fue rechazado por el president.
En este sentido, el testigo afirmó que en la reunión hubo “un ambiente muy tenso”, y es que “no olvidemos que los que estaban sentados al otro lado de la mesa eran los convocantes del acto ilegal que nos habían mandado impedir”.
Sobre las visitas de los mossos a los colegios electorales para, como indicaba el auto, impedir la celebración del referéndum, Pérez de los Cobos explicó que tuvo conocimiento de que los mossos acudían a los colegios con una “finalidad contraria al auto” porque los agentes indicaban que si el local permanecia abierto el 1-O tendría que ser desalojado, salvo que “una masa de ciudadanos lo dificultara”, ya que “en ningún caso harían uso de la fuerza”.
“Luego supimos que esta circunstancia fue conocida por los convocantes y entidades sociales, de manera que ese escenario había sido definido por los mossos para imposibilitar su actuación”, expresó. Por este motivo, añadió, “a las seis de la mañana cuando se personaba la patrulla de mossos se encontraba con el suficiente número de gente como para no poder actuar”.