El director del documental sobre Gonzalo Boye denuncia que hubo amenazas de muerte hacia su persona

El director del reciente documental ‘Gonzalo Boye, el enemigo público’, Sebastián Arabia, ha denunciado haber recibido graves amenazas de muerte por la realización de este filme sobre el abogado de Carles Puigdemont. En una entrevista con ‘VilaWeb’, recogida por Europa Press, Arabia reveló que ha sido blanco de correos con insultos y amenazas de muerte, incluyendo advertencias como «sabemos dónde vives».

Según el cineasta, estas no son las primeras amenazas que ha enfrentado en su carrera. Afirma haber experimentado situaciones similares cuando realizó un documental sobre los crímenes del franquismo y el exjuez Baltasar Garzón. Sin embargo, lejos de amedrentarse, Arabia se muestra sereno al declararar que no se toma estas amenazas «muy en serio».

Obstáculos en la Producción: Puertas Cerradas y Críticas de Colegas

Más allá de las amenazas, el director también reveló haber enfrentado dificultades en la producción del documental. Según sus palabras, todas las vías habituales para intentar financiar una película, ya sea a través de canales públicos o privados, «se cerraron de repente».

Pero los desafíos no terminaron ahí. Arabia lamenta las reacciones negativas de algunos de sus colegas de profesión, quienes lo han acusado de hacer «un filme de apoyo a criminales» debido a la imputación de Gonzalo Boye y a los delitos atribuidos a sus clientes. Estos colegas, declara el director, le han retirado su apoyo si continuaba por este «camino».

Determinación Inquebrantable: Honrar la Verdad Pese a las Adversidades

A pesar de los obstáculos y las amenazas, Sebastián Arabia se mantiene firme en su decisión de realizar este documental. Según sus propias palabras, cuando tomó la determinación de hacer el filme, se encontró con que colegas del sector y de otros ámbitos le recomendaron que no lo hiciera, argumentando que no era «una muy buena idea» abordar un personaje como Gonzalo Boye en el contexto del independentismo catalán.

No obstante, el director parece estar decidido a honrar la verdad y a no dejarse intimidar por las presiones. Su caso refleja los desafíos que a menudo enfrentan los profesionales de la comunicación cuando se aventuran a explorar temas polémicos y sensibles. Pero en medio de la adversidad, la determinación de Sebastián Arabia de dar voz a su visión del conflicto catalán se mantiene inquebrantable.