El Gobierno central y el Gobierno de la Generalitat de Cataluña han demostrado su compromiso con la modernización del Canal d’Urgell, un proyecto clave para el futuro del sector agroalimentario catalán. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y el conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat, Òscar Ordeig, han mantenido una reunión de trabajo para impulsar esta iniciativa que beneficiará a todo el territorio.
Una Apuesta por la Adaptación al Cambio Climático
El ministro Planas ha subrayado la necesidad de adaptación del sector agroalimentario a los nuevos retos que plantea el cambio climático, como la menor disponibilidad de agua y las temperaturas más altas. En este contexto, la modernización del Canal d’Urgell se perfila como una solución crucial para garantizar la producción de alimentos en cantidad, calidad y a buen precio en los próximos años.
El Gobierno central tiene previsto realizar ocho actuaciones en Cataluña hasta 2026 con una inversión total de 140 millones de euros, siendo la modernización del Canal d’Urgell una de las prioridades. Planas ha expresado la voluntad del Gobierno de pactar con la Generalitat un cronograma preciso de las actuaciones y el reparto de la financiación, demostrando así su compromiso con este proyecto estratégico.
Una Colaboración Estrecha entre Administraciones
Por su parte, el conseller Ordeig ha manifestado el interés del nuevo Govern en colaborar estrechamente con el Ministerio de Agricultura en la gestión de la Política Agraria Común (PAC) y en el desarrollo de las regulaciones de la Unión Europea. Asimismo, ha señalado que la Generalitat se organizará de manera más eficiente para dar una mejor respuesta a los agricultores, ganaderos y a todo el sector agroalimentario.
Esta sinergia entre administraciones es fundamental para desencallar proyectos clave como la modernización del Canal d’Urgell, que beneficiará a todo el tejido productivo de Cataluña. La adaptación al cambio climático y la mejora de la competitividad del sector agroalimentario son objetivos compartidos por ambos gobiernos, lo que augura un futuro prometedor para esta industria estratégica.