La exclusión del Rey de España, Felipe VI, de la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha generado una nueva controversia entre ambos países. Varios historiadores consultados por Europa Press han calificado este hecho como «verdaderamente inédito y sorprendente», señalando que insultar o menospreciar al jefe de Estado de un país con el que se mantienen relaciones diplomáticas es algo totalmente fuera de lo común.
La Polémica de la Petición de Disculpas
La raíz del conflicto se remonta a la solicitud del expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de que el Rey Felipe VI ofreciera disculpas por la Conquista de América. Según el catedrático Enrique Moradiellos, considerar que este proceso histórico de hace 500 años sigue siendo motivo de agravio «es un sinsentido histórico y político». Argumenta que quienes hoy reclaman estas disculpas son descendientes de aquellos españoles que se implantaron y «se hicieron tan criollos y tan americanos» durante la colonización.
EL ABSURDO DE LAS DISCULPAS
Para otros expertos, como el historiador Fernando del Rey, esta solicitud de disculpas es simplemente «un absurdo» y «reminiscencia de la leyenda negra» que se podría aplicar a cualquier imperio. Del Rey cuestiona si también deberían pedir perdón los políticos actuales de México por «los crímenes aberrantes de los aztecas». Además, señala que el propio López Obrador no parece ser un descendiente de indígenas, sino más bien de las élites criollas que lideraron el proceso independentista.
En la misma línea, el historiador José Carlos Mainer considera «un poco tonto» discutir este asunto «a estas alturas», pues España conquistó América «en unas condiciones que eran las de la época». Sin embargo, también reconoce que se ha manifestado «una fraternidad con México de muy distinto signo» en reiteradas ocasiones.
CONSECUENCIAS DIPLOMÁTICAS
Por su parte, el historiador José Luis Corral califica la exclusión del Rey de la toma de posesión como «un desastre» y «antidiplomático». Cree que pedir perdón por hechos ocurridos hace 500 años es «absurdo», ya que ninguno de los españoles actuales participó en la Conquista. Además, señala que sería lo mismo que exigir disculpas a los romanos por haber invadido a los celtíberos hace 2.200 años.
En definitiva, la mayoría de los expertos consultados coinciden en que esta polémica, lejos de aportar soluciones, solo genera un nuevo desencuentro entre México y España, dos países que deberían mantener una relación fraterna y de cooperación.