El calentamiento de los océanos debido al cambio climático ha provocado una caída media de un 4,1% en las capturas pesqueras sostenibles en todo el mundo para muchas especies de peces y mariscos entre 1930 y 2010, porcentaje que se eleva entre un 15 y un 35% para cinco regiones, entre ellas la costa ibérica, que abarca las aguas de la mayor parte de los caladeros españoles.
Así se desprende de un estudio realizado por seis investigadores de la Universidad Rutgers y la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica (NOAA), de Estados Unidos. El trabajo, publicado en la revista ‘Science’, se basa en el impacto del calentamiento del océano en 235 poblaciones de 124 especies en 38 ecorregiones del planeta. Entre las especies hay peces de diverso tipo, crustáceos como los camarones y moluscos como las vieiras de mar.
Los científicos combinaron datos globales de pesquerías con mapas de temperaturas oceánicas para calcular cómo influyen los cambios térmicos en el rendimiento máximo sostenible (es decir, las capturas que pueden hacerse para que no afecten al proceso de reproducción de las especies) entre 1930 y 2010.
Este análisis abarca aproximadamente un tercio de las capturas mundiales que se conocen y la pérdida de especies superó a los ganadores a medida que los océanos se calientan.
La pesca sostenible cayó un 4,1% de media en esas ocho décadas, si bien las mayores pérdidas (de entre un 15 y un 35%) se produjeron en cinco regiones: el Mar del Japón, el Mar del Norte, la costa ibérica (España y Portugal), la Corriente de Kuroshio (Japón) y la plataforma del área del Mar Céltico y el Golfo de Vizcaya (sur de las islas británicas, oeste de Francia y norte de España).
Por el contrario, las mayores ganancias de pesca se produjeron en las regiones de Labrador-Terranova (noreste de Canadá), el mar Báltico, el océano Índico y el noreste de Estados Unidos.
«Algo que creo que es único en este estudio es que cuantificamos los efectos que ya se han producido en la pesca en lugar de pronosticar el futuro, que está mucho más cargado de incertidumbres», apunta Kiva Oken, ex becaria postdoctoral en la Universidad Rutgers y ahora científica en la Universidad de Washington.
MENOS SOBREPESCA
Chris Free, que dirigió la investigación mientras se doctoraba en la Universidad Rutgers, recomienda a las autoridades que “eliminen la sobrepesca, reconstruyan las pesquerías y tengan en cuenta el cambio climático en las decisiones de gestión de pesquerías».
El marisco se ha convertido en una fuente cada vez más importante de alimento, ya que la población mundial ha crecido, especialmente en los países costeros y en vías de desarrollo, donde proporciona hasta la mitad de la proteína animal consumida. Más de 56 millones de personas en todo el mundo trabajan en la industria pesquera o subsisten de la pesca.
El estudio indica que los efectos del calentamiento del océano han sido negativos para muchas especies, pero también que otras se han beneficiado del calentamiento de las aguas.
«Sin embargo, las poblaciones de peces sólo pueden tolerar algo el calentamiento», apunta Olaf Jensen, profesor asociado en el Departamento de Ciencias Marinas y Costeras de Universidad Rutgers, quien agrega: «Es probable que muchas de las especies que se han beneficiado del calentamiento hasta el momento comiencen a disminuir a medida que las temperaturas sigan aumentando».