Con el auge de los pagos electrónicos, las tarjetas de crédito y débito se han convertido en herramientas cotidianas para realizar transacciones. Sin embargo, también han aumentado los riesgos de fraude, especialmente a través de una técnica conocida como ‘skimming’, que permite a los delincuentes clonar tarjetas en cuestión de segundos. La Guardia Civil ha emitido alertas y recomendaciones para ayudar a los ciudadanos a protegerse de estas estafas. Hoy, exploraremos las mejores prácticas para evitar ser víctima del ‘skimming’ y otras estafas relacionadas con cajeros automáticos.
1¿Qué es el ‘skimming’ y cómo funciona?
El ‘skimming’ es un método fraudulento en el que los delincuentes utilizan dispositivos específicos para clonar información de las tarjetas de crédito y débito. Este proceso puede llevar solo unos segundos y puede ocurrir sin que el propietario de la tarjeta se dé cuenta. Generalmente, los criminales instalan un dispositivo en la ranura del cajero automático o en la parte inferior del mismo, que captura los datos de la banda magnética de la tarjeta.
Los delincuentes pueden usar dos tipos de dispositivos: un lector de tarjetas que copia la información de la banda magnética y una cámara oculta que graba el PIN que introduces. La combinación de estos dos métodos les permite replicar tu tarjeta y realizar transacciones fraudulentas sin que te des cuenta. Esto puede resultar en pérdidas económicas significativas, además de complicaciones para recuperar el dinero estafado.
Por lo tanto, es crucial estar alerta y adoptar medidas de seguridad al usar cajeros automáticos. La vigilancia constante y el cuidado en cada transacción son las mejores defensas contra estos criminales.