Recientemente, una investigación de la revista suiza K-Tipp ha revelado preocupantes hallazgos sobre varias salsas de tomate disponibles en supermercados, incluida una que se vende en Lidl. Este estudio analizó 14 etiquetas diferentes y encontró la presencia de sustancias nocivas como pesticidas, plomo, micotoxinas y cloratos. A continuación, te contamos más sobre los riesgos que pueden suponer estos productos para la salud y qué alternativas existen.
1Sustancias peligrosas en las salsas de tomate
El análisis realizado por K-Tipp ha puesto en evidencia la contaminación de salsas de tomate con sustancias que podrían comprometer la salud de los consumidores. En particular, se encontraron residuos de pesticidas en varios productos de marcas como Longobardi (Migros), M-Budget y Baresa, esta última vendida en Lidl. Los pesticidas, que incluyen insecticidas y fungicidas, pueden tener efectos adversos tanto en la salud humana como en el medio ambiente, especialmente afectando a organismos acuáticos. El uso indiscriminado de estos químicos en la agricultura ha llevado a que se filtren en los alimentos, generando preocupación sobre su impacto en la salud pública.
Además, se detectaron altos niveles de plomo, un metal pesado que actúa como neurotoxina. La Autoridad Austriaca de Seguridad Alimentaria advierte que el plomo puede acumularse en los huesos durante décadas, lo que hace que la exposición a este metal sea especialmente peligrosa, en particular para niños y mujeres embarazadas. La presencia de metales pesados en la dieta es una preocupación creciente en la comunidad científica, y es esencial que los consumidores estén informados sobre los productos que compran.
