El Parlamento de Cantabria insta al Gobierno regional a controlar o restringir las visitas al Bosque de Secuoyas

En el corazón de Cantabria, se encuentra un tesoro natural de incalculable valor: el Bosque de Secuoyas del Monte Cabezón. Este monumento natural, declarado como tal en el año 2003, ha sido testigo silencioso de la belleza y el esplendor de la naturaleza durante más de un siglo. Sin embargo, en los últimos años, el aumento exponencial de visitantes ha puesto en riesgo la conservación de este lugar emblemático.

Ante esta creciente preocupación, el Parlamento de Cantabria ha aprobado, con el apoyo de la mayoría de los grupos políticos, una iniciativa presentada por el Partido Socialista para instar al Gobierno regional a implementar medidas que permitan controlar y, de ser necesario, restringir el acceso de visitantes a este tesoro natural.

LA NECESIDAD DE PROTEGER UN PATRIMONIO INVALUABLE

La diputada del PSOE Nórak Cruz ha destacado la gran afluencia de visitantes al Bosque de Secuoyas, que ha aumentado significativamente desde la pandemia del Covid-19, alcanzando los 200.000 visitantes en el año 2023. Esto ha tenido consecuencias negativas evidentes, como el daño a algunos de los ejemplares de secuoyas y el deterioro del suelo, con la desaparición de la cubierta vegetal y la exposición de las raíces, que quedan susceptibles a ser dañadas por el tránsito de los visitantes.

Según los socialistas, ha llegado el momento de que Cantabria tome medidas concretas para la conservación de este monumento natural, buscando regularizar de forma racional el acceso y limitar el número de visitantes. Esto se ve como una necesidad urgente para preservar la integridad y el legado de este tesoro natural.

Por su parte, desde el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) también se ha abogado por proteger esta pequeña joya, aunque reconocen que controlar el acceso a este lugar puede ser muy difícil, sobre todo por el riesgo de un posible cierre perimetral ante la eventualidad de un incendio.

SOLUCIONES PROPUESTAS PARA UN ACCESO CONTROLADO

El diputado ‘popular’ Liz Cacho ha revelado que el Ayuntamiento de Cabezón de la Sal tiene la intención de llevar a cabo un proyecto para restringir el acceso a las Secuoyas, aunque manteniendo la entrada gratuita, en determinadas épocas del año con mayor afluencia de visitantes, mediante un sistema de reserva previa.

La idea sería limitar el acceso a través de tornos instalados en las dos entradas principales, con el objetivo de evitar las masificaciones y preservar la integridad de este espacio natural protegido.

Asimismo, en la legislatura pasada se plantearon y llevaron a cabo otras iniciativas, como la construcción de una pasarela de más de 50 metros en la zona sur, la habilitación de nuevas zonas de acceso con un aparcamiento, y el alargamiento de las pasarelas ya existentes, además de mantener la presencia de agentes del medio natural para la vigilancia del lugar.

LA OPOSICIÓN A LAS RESTRICCIONES

Sin embargo, desde Vox se ha manifestado una postura contraria a las medidas restrictivas, argumentando que la solución al «problema de vandalismo» no puede ser «prohibir o coartar la libertad de los ciudadanos«. En su lugar, han propuesto hacer pedagogía a través de la instalación de carteles que expliquen a los visitantes el daño que pueden causar a los árboles al perder su corteza.

Esta divergencia de opiniones evidencia la complejidad del desafío que enfrentan las autoridades de Cantabria al buscar un equilibrio entre la preservación del Bosque de Secuoyas y el acceso de los ciudadanos a este patrimonio natural.

En definitiva, el Parlamento de Cantabria ha dado un paso importante al aprobar esta iniciativa, que refleja la urgente necesidad de implementar medidas de control y restricción en el Bosque de Secuoyas, a fin de salvaguardar este tesoro natural para las generaciones futuras. La protección de este monumento se ha convertido en una prioridad para la región, y las autoridades deberán encontrar soluciones equilibradas que permitan el disfrute responsable de este legado natural.