La transición de poder en México está generando gran expectativa, con el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), realizando recomendaciones a la futura presidenta, Claudia Sheinbaum. En el centro de este debate se encuentran dos de las empresas más importantes del país: la Pemex, la petrolera estatal, y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa pública que provee energía eléctrica, telecomunicaciones e Internet.
AMLO ha instado a Sheinbaum a continuar brindando apoyo financiero a estas dos empresas públicas, que él considera estratégicas para el desarrollo del país. Según el mandatario, no se puede dejar que «solamente actúe el mercado», ya que están «de por medio» los consumidores nacionales.
La Estrategia de AMLO: Rescatar a Pemex y la CFE
Durante su administración, AMLO se ha enfocado en fortalecer a Pemex y la CFE, empresas que han sufrido dificultades financieras en el pasado. Según el presidente, la deuda financiera de Pemex se ha reducido en aproximadamente $32,900 millones de dólares (€29,530 millones) desde 2018, logrando también revertir la caída en la producción.
En cuanto a la CFE, AMLO ha destacado que la empresa ahora produce el 52% de la energía que se consume en México, un aumento significativo desde el 38% al inicio de su sexenio. Se espera que la participación de la CFE en la generación de energía alcance el 60% para finales de este año.
AMLO considera que, en lugar de «arruinar» estas dos empresas públicas, se ha logrado su «rescate». Esto se refleja en su satisfacción por el hecho de que Sheinbaum, quien pertenece al mismo partido político que él (Morena), comparta sus planteamientos respecto a la importancia de mantener el apoyo a Pemex y la CFE.
La Continuidad de la Política Energética bajo Sheinbaum
La decisión de Sheinbaum de mantener la política energética del Gobierno saliente es clave para la transición de poder en México. AMLO ha expresado su confianza en que la futura presidenta continuará brindando el apoyo financiero necesario a Pemex y la CFE, empresas que él considera cruciales para el desarrollo y la soberanía energética del país.
Esta postura refleja la importancia que AMLO otorga a la presencia y el fortalecimiento de las empresas públicas en sectores estratégicos, como el energético. Al parecer, Sheinbaum comparte esta visión, lo que garantiza la continuidad de una política energética que busca proteger a estos gigantes estatales frente a la dinámica del mercado.
En un momento de transición política, la defensa de AMLO hacia Pemex y la CFE, y la aparente alineación de Sheinbaum con esta postura, se perfilan como un factor clave para la estabilidad y el desarrollo del sector energético mexicano en los próximos años.