La expresidenta del Parlamento de Cataluña Carme Forcadell aseguró este martes a preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal en el juicio por el proceso independentista que el Parlament sólo aprobó declaraciones políticas sin efectos jurídicos en referencia a la declaración unilateral de independencia que fue suspendida inmediatamente después de su aprobación. «Yo afirmé que acataba el dictamen del 1 de octubre, pero que lo posponía para favorecer al diálogo», explicó a la sala.
En todo momento negó que formara parte de un plan coordinado entre el Gobierno de la Generalitat, el Parlament y las organizaciones sociales de vocación independentista para proclamar unilateralmente la independencia. Forcadell negó en su declaración a la Fiscalía que hiciera llamamiento alguno a la participación en el referéndum ilegalizado por el Tribunal Constitucional.
De hecho, negó también la autoría de un tuit publicado el 20 de septiembre e 2017 que decía “Sabadell se moviliza masivamente para defender nuestras instituciones. La mejor respuesta es llenar las urnas el 1 de octubre”. A la hora de preguntarle, la fiscal Madrigal dijo que se publicó a las 9 de la mañana, cuando en realidad constaba difundido minutos más tarde de las 17.00 horas.
La sala pudo ver un vídeo grabado el 21 de septiembre en Sabadell, donde Forcadell acudió a una concentración para apoyar a los detenidos por orden judicial el día anterior en la Consejería de Economía. En la intervención recogida en esa grabación se puede ver a la expresidenta del Parlament pidiendo la “libertad inmediata de los detenidos políticos” y pidiendo no caer “en provocaciones porque eso es lo que quieren. Somos un pueblo como siempre hemos dicho, pacífico. Y lo haremos todo pacíficamente».
De vuelta sobre los procedimientos usados en la Cámara para aprobar la ley del referéndum, Forcadell aseguró que su aprobación no fue especialmente rápida porque “duró todo el día” y el pleno se “alargó tanto porque todos los grupos iban pidiendo unos detrás de otro las reconsideraciones” y todas se atendieron. Además, puntualizó, “los acuerdos de la Mesa no fueron suspendidos por el Tribunal Constitucional”.
En relación a las advertencias de ilegalidad de las leyes de desconexión de septiembre de 2017 hechas por el secretario y el letrado mayor de la Cámara, Forcadell dijo que “sus dictámenes no son vinculantes. Siempre escuchamos al letrado y siempre hemos trasladado al pleno lo que nos dicen los letrados. Les hicimos caso, porque nos dijeron que debíamos advertir al pleno de que la tramitación era inconstitucional».
Por ello, la expresidenta considera que cumplió “con los deberes del Tribunal Constitucional, con las observaciones que he hecho antes. No era la voluntad de la Mesa desoír al TC, pero era nuestra obligación defender la libertad de expresión y la soberanía del Parlament del Cataluña. La palabra debe ser libre”.
Como otros acusados anteriormente, la expresidenta del Parlament defendió que “votar en un referéndum no es delito» y aseguró que en las concentraciones del 20 de septiembre frente a la Consejería de Economía solo estuvo “unos minutos” para acompañar a Oriol Junqueras que se encontraba “disgustado” por la detención allí de alguno de sus más directos colaboradores.