Denervación renal, una alternativa para pacientes con hipertensión arterial

La hipertensión arterial o tensión arterial alta, es una enfermedad que afecta a todo el organismo. La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, si la presión arterial sube, el corazón tiene que trabajar más para poder bombear sangre a todo el cuerpo. La presión arterial alta puede provocar diversas enfermedades del corazón, infartos de miocardio, accidentes cerebro vasculares, insuficiencia renal, problemas en los ojos y otros problemas de salud.

En el control de la presión arterial intervienen diferentes factores como el Sistema Nervioso Simpático que forma parte del sistema nervioso autónomo del cuerpo y conecta el cerebro, el corazón, los vasos sanguíneos y los riñones. Cada uno de estos órganos ejerce un papel importante en la regulación de la presión sanguínea. El cerebro procesa y envía información a todo del Sistema Nervioso Simpático. El corazón, al latir más rápido y más fuerte, aumenta la presión, cuando late más lentamente y con menos fuerza, la presión arterial disminuye. Si vasos sanguíneos se dilatan disminuye la presión y si se contraen, aumenta la presión arterial. Los riñones controlan la necesidad de líquido y sal del cuerpo, liberan hormonas que influyen en la actividad del corazón y de los vasos sanguíneos. Además, los riñones están conectados con el Sistema Nervioso Simpático y pueden enviar y recibir señales eléctricas a los demás órganos relacionados con el control de la presión arterial.  En pacientes con hipertensión arterial, los riñones pueden alterar su función hormonal provocando un aumento del ritmo cardiaco y una mayor retención de agua y sal, lo que hace que la presión arterial aumente.

Doctor Jose Ramon Rumoroso Jefe De Servicio De Cardiologia Intervencionista Del Hospital Quironsalud Bizkaia
Doctor José Ramón Rumoroso, Jefe De Servicio De Cardiología Intervencionista Del Hospital Quirónsalud Bizkaia

El doctor José Ramón Rumoroso, Jefe de Servicio de Cardiología Intervencionista del Hospital Quirónsalud Bizkaia, explica que en la mayoría de los pacientes hipertensos “existe un desequilibrio entre el sistema simpático y parasimpático. A través de vías nerviosas que van desde el riñón, por todo el paquete vascular renal, rodeando las arterias renales, hasta el cerebro, emiten unas señales que provocan una estimulación neurohormonal relacionada con la retención de líquidos y la generación de hipertensión”. Desde mediados del siglo pasado se han desarrollado muchos medicamentos para reducir la presión arterial, pero también existen alternativas al tratamiento farmacológico como la denervación renal, un tratamiento terapéutico mínimamente invasivo. Esta técnica consiste en desactivar de manera selectiva los nervios renales del sistema nervioso simpático para así reducir su actividad y revertir la retención de líquido y sal consiguiendo reducir las cifras de hipertensión arterial. La denervación renal se realiza introduciendo un catéter por una arteria hasta alcanzar la arteria renal. Este catéter emite radiofrecuencia o ultrasonidos produciendo la ablación de las conexiones nerviosas que provocan la hipertensión.

Según la Organización Mundial de la Salud, la hipertensión provoca más muertes que el tabaco y el colesterol. Muchos pacientes hipertensos controlan la hipertensión con fármacos, sin embargo, “a veces el enfermo no se toma los fármacos porque tienen efectos secundarios, de hecho, es una de las causas de la hipertensión arterial no controlada es el incumplimiento terapéutico en los enfermos crónicos, según las estadísticas está en torno al 45 por ciento de los pacientes”, afirma el doctor Rumoroso. La denervación renal es una alternativa definitiva a la terapia farmacológica, ya que, si el efecto de una pastilla puede estar en 24, 12 u 8 horas, la ablación renal va a permanecer durante el tiempo.

El procedimiento está indicado en pacientes con hipertensión arterial resistente, es decir, aquellos que no consiguen controlar la hipertensión con fármacos, siempre y cuando no se padezca ninguna enfermedad renal grave. El tratamiento se realiza con sedación, el enfermo debe permanecer ingresado 24 horas para controlar el resultado de la denervación y poder ir suprimiendo el tratamiento. “La mejora que experimenta el paciente tanto en el control de la tensión arterial durante 24 horas como la que se toma en la consulta está en torno a unos 9mm de mercurio, cosa muy importante si tenemos en cuenta que los fármacos son eficaces en bajar la tensión cuando al menos bajan 5mm de mercurio”, añade el especialista.

Se puede decir que la denervación renal dobla el efecto de algunos fármacos, además, la mejora que experimenta el paciente es rápida, a medio y largo plazo, este control de la tensión arterial va a mejorar su salud, así como el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares.