En un extraordinario acto de justicia y reparación histórica, el Servicio de Museos del Cabildo de Gran Canaria ha anunciado la devolución de cinco obras pictóricas que pertenecieron a la colección particular del alcalde republicano de Madrid, Pedro Rico. Estas obras, que fueron requisadas por el gobierno franquista en 1938, han permanecido resguardadas en los fondos de la Casa de Colón de Las Palmas de Gran Canaria durante más de 70 años.
Esta decisión del Cabildo de Gran Canaria representa un hito significativo, pues se convierte en la primera institución pública del Estado español en impulsar un expediente de devolución de esta naturaleza. El proceso, enmarcado en la Ley 20/2022 de Memoria Democrática y el Real Decreto 2134/2008, ha sido cuidadosamente documentado y analizado, garantizando la restitución de estas obras a los herederos legítimos de Pedro Rico.
La Colección Recuperada: Cinco Óleos de Maestros del Siglo XIX
Los cinco óleos que serán devueltos a la familia de Pedro Rico representan un valioso legado artístico del siglo XIX. La colección incluye tres obras de Eugenio Lucas Velázquez (1817-1840), tituladas «Cruz de Mayo», «Majos obsequiando a un garrochista» y «Toro embistiendo a un grupo«. Además, se recupera un óleo sobre cartón de Roberto Domingo Fallola del último cuarto del siglo XIX, titulado «Banderillas de fuego«, y un lienzo de Francisco Domingo Marqués, fechado en 1870, con el título «Mosqueteros: la venta del caballo«.
El recorrido de estas obras, desde su requisición durante la Guerra Civil hasta su llegada a Gran Canaria en 1942, ha sido meticulosamente documentado por el Servicio de Museos. Esta documentación, que incluye tanto el estudio histórico como el jurídico, ha sido fundamental para la conformación rigurosa del expediente de devolución.
Un Acto de Justicia y Responsabilidad Institucional
La consejera de Cultura del Cabildo grancanario, Guacimara Medina, ha expresado su satisfacción por la resolución de este caso, señalando que «el firme compromiso del Cabildo grancanario se corresponde no solo con un imperativo ético fundamental como sociedad democrática que somos, sino que debe ser contemplado como un ejercicio de responsabilidad institucional.
Por su parte, la jefa del Servicio de Museos de la Consejería de Cultura, Alicia Bolaños, ha destacado que «estamos ante uno de los ámbitos de servicio público donde la Administración Pública manifiesta su faceta más humana al materializar su deber moral ante una injusticia cometida y haciendo posible, mediante este procedimiento administrativo de restitución, los principios y valores de la ley de memoria democrática».
Este hecho histórico representa un importante paso en la reparación de los daños causados por el régimen franquista y en la preservación de la memoria democrática de nuestro país. La devolución de estas obras a los herederos de Pedro Rico es un acto de justicia que honra la trayectoria y el legado de este destacado alcalde republicano.