La UE y Londres retoman mañana en Bruselas la negociación de Gibraltar para dar un nuevo empuje al acuerdo

En un momento crucial de las relaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido, los representantes de ambas partes se reúnen este jueves en Bruselas para retomar las negociaciones sobre el futuro de Gibraltar. Tras un período de complejidad política en Londres y Bruselas, esta cita busca dar un nuevo impulso a un proceso que ya lleva tres años de intensos debates y en el que aún quedan asuntos clave por resolver.

La presencia del ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, junto a los ministros de Asuntos Exteriores de España y el Reino Unido, José Manuel Albares y David Lammy, respectivamente, pone de manifiesto la relevancia estratégica de este enclave en el Estrecho de Gibraltar.

La negociación sobre Gibraltar se ha caracterizado por la discreción con la que se han manejado los detalles, pero ahora es el momento de dar un paso decisivo hacia un acuerdo que permita crear una «zona de prosperidad» en el Peñón y en la comarca circundante. Con la entrada en vigor de nuevos sistemas de control fronterizo en el espacio Schengen, el tiempo apremia para lograr un entendimiento que garantice la fluidez del tránsito y la actividad económica en esta zona estratégica.

EL NUEVO ESCENARIO POLÍTICO EN LONDRES Y BRUSELAS

El cambio de Gobierno en el Reino Unido, con la llegada de los laboristas a Downing Street, ha supuesto un nuevo impulso a estas negociaciones. El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, David Lammy, se reunió recientemente con su homólogo español, José Manuel Albares, para «comprender mejor la posición española» en este conflicto.

Si bien el Reino Unido ha dejado claro que no aceptará nada que cuestione su soberanía sobre Gibraltar, Albares ha afirmado que existe una «propuesta equilibrada» sobre la mesa que busca satisfacer los intereses de todas las partes.

Por su parte, el comisario europeo Maros Sefcovic, que ha estado al frente de las negociaciones en representación de la Unión Europea, seguirá liderando este proceso a petición de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. Esto brinda continuidad y experiencia a unas conversaciones que atraviesan un momento crucial, especialmente con la inminente entrada en vigor de nuevos sistemas de control fronterizo en el espacio Schengen.

LOS PRINCIPALES DESAFÍOS POR RESOLVER

Tras al menos 18 rondas de negociaciones a nivel técnico, aún quedan importantes asuntos pendientes por resolver. Uno de los principales puntos de fricción es la cuestión de los controles fronterizos en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar. Mientras que España defiende la presencia de autoridades españolas, Gibraltar se ha negado a aceptar este requisito, por lo que se baraja la posibilidad de que sea la Agencia de Fronteras Europea (Frontex) quien realice estos controles durante un período inicial.

Otro de los temas espinosos es la armonización de los impuestos indirectos, ya que Gibraltar es considerado un «paraíso fiscal» debido a los bajos gravámenes que aplica. Esto ha sido un punto de conflicto en las negociaciones, al igual que el uso del aeropuerto y la base militar en el Peñón.

El ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, ha reconocido que la negociación es una «montaña rusa«, con avances en algunos aspectos, pero dificultades crecientes en otros a medida que se profundiza en los detalles técnicos. La presión del tiempo también juega un papel crucial, ya que la entrada en vigor del nuevo Sistema de Entradas y Salidas (SES) y el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS) el próximo 10 de noviembre podrían suponer un restablecimiento de los controles en la Verja, a menos que se alcance un acuerdo previo.

LA BÚSQUEDA DE UN EQUILIBRIO ENTRE SOBERANÍA Y PROSPERIDAD

La negociación sobre Gibraltar se desarrolla en un delicado equilibrio entre los intereses de soberanía del Reino Unido y las aspiraciones de prosperidad y fluidez en la zona. Mientras que Londres ha sido claro en su posición de no ceder en su control sobre el Peñón, España y la Unión Europea buscan garantizar la libre circulación y la integración económica de este enclave estratégico.

En este contexto, la presencia de Fabian Picardo, el ministro principal de Gibraltar, en la mesa de negociación es fundamental. Como representante del territorio, Picardo debe velar por los intereses de la población local, que depende en gran medida de la interconexión con la comarca circundante. La «zona de prosperidad» que se plantea como objetivo común requiere de soluciones innovadoras que respeten la soberanía, pero permitan el desarrollo económico y social de Gibraltar y su entorno.

La discreción con la que se han manejado los detalles de las propuestas hasta ahora ha sido una estrategia para generar un clima de confianza y evitar filtraciones que puedan entorpecer el delicado proceso. Sin embargo, ha llegado el momento de dar un paso decisivo y alcanzar un acuerdo que satisfaga a todas las partes involucradas. El éxito de estas negociaciones tendrá un impacto significativo en la estabilidad y el crecimiento de una región clave en el Mediterráneo.