Pedro Pablo Santo Domingo, un joven colombiano de 22 años, se estrenó como padre hace escasamente 30 días.
Tan significativo momento embargó de emoción al hombre quién decidió inmortalizarlo con un tatuaje con el nombre del pequeño en plena espalda. De esta manera se tatuó la palabra ‘Benjamín’.
Tras haberse decorado la espalda, el hombre encontró un mensaje en el teléfono móvil de su mujer. Todas las ilusiones depositadas en su nuevo proyecto de vida se esfumaron en un abrir y cerrar de ojos.
En su WhatsApp, Santo Domingo pudo leer que su esposa se mensajeaba con su exnovio y le aseguraba que el hijo que acaba de tener era su hijo. La mujer de Santo Domingo estaba dispuesta a regresar con su expareja, tal y como informa ‘TelefeNoticias’.
Una prueba de ADN demostró las afirmaciones de su pareja. Efectivamente, él no era el padre biológico de Benjamín.