Un profesor de ciencias de una escuela australiana calculó la cantidad de azúcar de un popular refresco y su experimentó se viralizó en las redes sociales.
El educador compró una botella de 600 mililitros de una bebida y la llevó al laboratorio del colegio.
Allí, puso el líquido en una probeta y después al fuego durante dos horas hasta que se evaporó por completo. Sólo quedó el azúcar caramelizada. Cuando ésta se solidificó, el maestro la pesó y calculó que de los 600 mililitros, 50 eran de azúcar.
Esa misma cantidad la volvió a meter en la botella para que los alumnos dimensionaran el volumen.