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Aunque el uso de criptomonedas ha crecido en todo el mundo en los últimos años, la adopción de estos activos digitales en España sigue siendo baja. Según un estudio de Funcas, una institución española de investigación económica y social, sólo el 5 % de los españoles tiene criptomonedas en sus carteras financieras. Este dato refleja que, a pesar de su creciente popularidad, las criptomonedas están aún lejos de ser ampliamente aceptadas en el país.
A pesar de la baja tasa de adopción, el interés por el mercado de criptomonedas ha aumentado considerablemente en 2023, y las proyecciones para este año son aún más optimistas. Con el aumento de la accesibilidad a las plataformas de compraventa de criptoactivos, los especialistas prevén que más españoles se sumen a esta tendencia. Plataformas que facilitan las apuestas con criptomonedas también han ganado terreno, especialmente entre los jóvenes que buscan alternativas innovadoras en el ámbito financiero y del entretenimiento.
Este creciente interés está en sintonía con un mayor nivel de familiaridad con el concepto de criptomonedas entre la población. Según el estudio de Funcas, más del 90 % de los jóvenes entre 18 y 34 años ha oído hablar de criptomonedas, lo que demuestra un alto nivel de conocimiento. Sin embargo, solo el 12 % de este grupo posee algún tipo de criptoactivo, lo que sugiere la existencia de barreras entre el interés y la adopción efectiva.
Diferencias demográficas: Edad, género y educación
El estudio revela importantes diferencias en la adopción de criptomonedas según la franja de edad, el género y el nivel educativo. Los jóvenes adultos (18-34 años) son los más inclinados a invertir en criptoactivos, mientras que la adopción entre personas de mayor edad es considerablemente menor. El grupo de 35 a 54 años también muestra cierto interés, aunque la mayoría sigue prefiriendo opciones de inversión más tradicionales.
Los proyectos de criptomonedas buscan constantemente innovaciones y soluciones tecnológicas, lo que atrae principalmente a los jóvenes. Los juegos creados específicamente para ser jugados con criptomonedas son cada vez más populares en Internet, sumándose a la popularidad de las memecoins y otros ecosistemas que apelan a la cultura pop y a los intereses culturales de las generaciones Y y Z.
Además, existe una clara diferencia entre hombres y mujeres en cuanto a la posesión de criptomonedas. Los hombres con educación universitaria son los que más poseen estos activos, representando una mayor proporción del mercado. Las mujeres, en general, tienen una menor participación en este ámbito, aunque el conocimiento sobre criptomonedas también está aumentando dentro de este grupo.
Otro factor que influye en la adopción es el nivel de ingresos. Según Funcas, las personas con ingresos anuales superiores a 47.000 euros son más propensas a invertir en criptomonedas, mientras que aquellos con ingresos más bajos tienden a evitar estos activos debido a la percepción de riesgo y la volatilidad del mercado.
La falta de regulación y la limitada adopción
Uno de los principales motivos detrás de la limitada adopción de criptomonedas en España es la falta de una regulación clara. El mercado de criptoactivos aún no está completamente regulado, lo que genera incertidumbre y temor entre los inversores. El director de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha señalado que la ausencia de un marco regulatorio claro es uno de los factores que obstaculizan el crecimiento de este sector.
Él cree que, a medida que el entorno regulatorio se estabilice, por ejemplo, con la actual implementación de la normativa MiCA, la adopción de criptomonedas podría aumentar considerablemente. La inestabilidad regulatoria es particularmente preocupante para aquellos inversores que buscan seguridad y transparencia en sus inversiones.
A pesar del creciente interés, muchos prefieren esperar a que las reglas estén más definidas antes de comprometerse con inversiones sustanciales en criptomonedas. Sin embargo, con la entrada en vigor de MiCA, se espera que las criptomonedas se vuelvan una opción más atractiva debido a la promesa de una mayor protección al consumidor, la implementación de mecanismos de control de riesgos, y la lucha contra fraudes y manipulaciones del mercado.
Además, MiCA proporcionará a los proveedores de servicios cripto un «pasaporte» para operar en todos los países miembros de la Unión Europea, lo que debería aumentar la competencia y mejorar la oferta de servicios. Estos avances deberían atraer a más empresas al sector, lo que, a su vez, fomentaría una mayor adopción de criptomonedas por parte de los usuarios.
