Hombre pagará 2 años de cárcel por enviar amenazas constantes a agente de la autoridad en Vigo

Un hombre de 44 años de edad, R.C.F., se enfrenta a una pena de 2 años de prisión por un delito continuado de amenazas y otro de acoso, tras enviar varios mensajes amenazantes e insultos a un agente de Policía Local de Vigo, con quien había tenido un altercado previo.

Este no es el único incidente delictivo que involucra a este sujeto. De hecho, se da la circunstancia de que el acusado tiene otras causas pendientes, también por amenazas y delitos similares, no sólo a este agente de Policía, sino a otras personas. Esto demuestra un patrón preocupante de comportamiento violento y acosador por parte del sospechoso.

Detalles del Caso de Amenazas y Acoso

Según la Fiscalía, el acusado y la víctima se conocieron a raíz de un incidente de tráfico, en el que el procesado atropelló al agente y hubo un altercado. A partir de ese momento, y tras haber obtenido el número de teléfono del funcionario, «inició una continua acción de hostigamiento», enviándole mensajes de WhatsApp en tono amenazante, lo que dio lugar a un procedimiento judicial.

En la Nochevieja de 2022, el acusado envió varios mensajes al policía en los que lo insultaba y amenazaba con expresiones como «sin lesiones no te quedas», «te voy a dar la tunda de tu puta vida», «tengo tu dirección», «tú puerco quedas sin chapa por mis santos cojones» y otros de este tenor. La Fiscalía considera estos hechos como un delito continuado de amenazas y otro de acoso.

Imputación por Injurias Graves a Autoridades Judiciales

Adicionalmente, este mismo jueves, R.C.F. también ha sido juzgado por un delito de injurias, por remitir numerosos correos electrónicos a varios juzgados de lo Penal y de instrucción de Vigo, dirigiéndose a los magistrados y magistradas con expresiones como «puerco», «retrasado mental», «puto enano de mierda», «puta jueza de mierda», «borracha», entre otros. Por estos hechos, la Fiscalía le imputa dos delitos de injurias graves a la autoridad.

En resumen, este individuo enfrenta serios cargos por un patrón de conducta violenta y acosadora tanto hacia un agente de Policía como hacia autoridades judiciales, lo que demuestra la gravedad de sus acciones y la necesidad de que enfrente las consecuencias legales correspondientes.