En medio de un panorama desafiante para el sector automotor alemán, el Gobierno de Alemania ha aprobado un nuevo paquete de incentivos para impulsar la adopción de vehículos eléctricos en el país. Esta estrategia busca reactivar un mercado que se ha visto severamente afectado por una serie de factores, desde la pandemia hasta la creciente competencia internacional.
La introducción de estos incentivos fiscales surge en un momento crítico para la industria automotriz alemana, que ha enfrentado un desplome en las ventas de coches eléctricos, así como una caída generalizada en las matriculaciones. En este contexto, el Ejecutivo de Olaf Scholz ha desarrollado un plan integral para apoyar a las empresas y hacer más atractivo el mercado de la movilidad eléctrica.
Deducción de Impuestos para Empresas
Una de las medidas clave del paquete de incentivos es la deducción fiscal para las empresas que adquieran vehículos eléctricos y de cero emisiones. Según el proyecto aprobado, las compañías podrán deducirse hasta el 40% del valor de cada coche eléctrico de su declaración de impuestos durante el año de compra. Esta cifra se irá reduciendo progresivamente hasta alcanzar un 6% al final del ciclo proyectado para antes de final de la década.
Esta iniciativa busca aliviar la carga fiscal de las empresas y fomentar la adopción de tecnologías más limpias y sostenibles en el parque automotor alemán. Además, el ministro de Economía, Robert Habeck, ha anunciado medidas complementarias para «apoyar a la industria alemana y hacer más atractivo el mercado de la movilidad eléctrica.
Caída del Mercado Automotor
El contexto en el que se enmarcan estos incentivos es preocupante, ya que el mercado del automóvil alemán, el más grande de Europa, ha registrado una caída del 27,8% en las matriculaciones durante el mes de agosto, en comparación con el mismo período del año anterior. Específicamente, las ventas de coches eléctricos se han desplomado más de un 69% en el último mes, hasta alcanzar solo 1.615 unidades.
Esta situación ha llevado a Volkswagen, el mayor grupo automovilístico de Alemania, a admitir que les «faltan ventas equivalentes a la producción de dos de sus fábricas, es decir, de unos 500.000 vehículos». La compañía ha reconocido que «el mercado (para esa producción) ya no existe», lo que evidencia la falta de demanda que enfrenta el sector.
Estabilidad Vital para la Industria Alemana
Ante este panorama, el ministro de Trabajo de Alemania, Hubertus Heil, ha expresado su intención de mantener operativas todas las sedes de producción del grupo Volkswagen en el país, en línea con los planes de reducción de costes que tiene previsto acometer la automovilística.
Berlín reconoce que la estabilidad de Volkswagen es vital para asegurar las cadenas de suministro automovilísticas europeas, en un momento de fuerte competencia con la irrupción de las marcas chinas en los mercados comunitarios y las guerras comerciales abiertas con Pekín, a la espera de lo que pueda suceder con respecto de Estados Unidos ante el resultado de las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre.
En conclusión, el paquete de incentivos fiscales aprobado por el Gobierno alemán representa un esfuerzo por reactivar el mercado de la movilidad eléctrica y mitigar los efectos de la crisis que atraviesa la industria automotriz del país. Estas medidas buscan apoyar a las empresas, mantener la estabilidad del sector y garantizar la competitividad de la industria alemana en un entorno internacional cada vez más desafiante.