La CHE supervisa los cursos fluviales de Aragón frente a las intensas lluvias, aunque con menor intensidad

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) sigue de cerca la situación de los ríos aragoneses y su respuesta frente a las fuertes precipitaciones registradas durante la madrugada anterior, aunque en menor medida que en días previos. La entidad encargada de la gestión de la cuenca del río Ebro ha informado sobre el comportamiento de las crecidas extraordinarias en las cuencas altas del Jalón y del Alcanadre, que ahora están llegando a los tramos bajos de dichos ríos.

Pese a la disminución de la intensidad de las lluvias, los expertos de la CHE mantienen una estrecha vigilancia sobre la evolución de los caudales y niveles de los principales cursos de agua en Aragón, con el objetivo de prevenir posibles afecciones a la población y a las infraestructuras de la región.

Crecidas en los ríos Alcanadre y Jalón

En el caso del río Alcanadre, el aforo A193 en Ballobar (Huesca) registró a las 08:00 horas de este miércoles un nivel máximo de 2,50 metros y un caudal de 140 metros cúbicos por segundo, superando el umbral de aviso amarillo.

Por su parte, en el río Jalón, el aforo A087 en Grisén (Zaragoza) alcanzó a la 01:00 horas un nivel máximo de 1,75 metros y un caudal de 35 metros cúbicos por segundo, bastante inferior al pico registrado el martes en Chodes, cercano a los 70 metros cúbicos por segundo.

Según la CHE, los tramos altos de ambas cuencas hidrográficas ya han recuperado niveles más habituales, gracias al efecto laminador de los cauces. No obstante, en los próximos días se esperan nuevas crecidas ordinarias en diversos ríos de la región, como consecuencia de las precipitaciones previstas.

Previsión de lluvias y riesgo hidrológico

Durante la pasada madrugada se registraron chubascos tormentosos de intensidad localmente fuerte en gran parte de la cuenca del Ebro, con la excepción de la cuenca alta del propio río Ebro, donde prácticamente no llovió. Los acumulados de precipitación, si bien relevantes, han sido sensiblemente inferiores a los de los días anteriores.

Mientras que para este miércoles y el jueves no se esperan precipitaciones reseñables, el pronóstico indica que el viernes volverá la inestabilidad atmosférica y, con ella, el riesgo hidrológico a la cuenca del Ebro. Se prevén nuevos chubascos tormentosos de intensidad fuerte, con capacidad de generar incrementos súbitos de caudal de magnitud importante en barrancos y cauces menores, especialmente en la margen izquierda del Ebro.

Ante esta situación, la Confederación Hidrográfica del Ebro recomienda a la población estar atenta a la evolución de la situación meteorológica y mantener la precaución en todas aquellas actividades que se vayan a realizar en los cauces o en sus inmediaciones.