Evita pasar calor este verano gastando poco en electricidad

Nos encontramos ante veranos que son cada vez más cálidos y largos, lo que, combinado con el mal aislamiento de la mayoría de las viviendas, hace que el calor sea demasiado fuerte como para estar cómodos y poder dormir.

El aire acondicionado es la solución, pero lo cierto es que es caro, gasta mucha electricidad y no se puede poner en todas partes. De ese modo, los ventiladores son la mejor alternativa.

Un ventilador de techo es una alternativa excelente al aire acondicionado

Aquellos que han probado un ventilador de techo quedan encantados con la experiencia, tanto que es normal que tras poner el primero compren alguno más para los dormitorios, la sala de estar, etc. Esta clase de ventilador es la que da un aire más “natural”, creando una agradable brisa que mejora la sensación térmica y ayuda a que estemos más frescos.

Los últimos modelos son muy silenciosos, se pueden manejar mediante altavoces inteligentes y traen motores de corriente continua, de manera que gastan menos electricidad. Ahora, estos ventiladores de techo incluyen luces LED, por lo que podemos cambiar la lámpara que tenemos encima de la cama o de la mesa del comedor sin problemas.

Además de refrescarnos nos dan luz y también nos van a ser útiles en invierno. Todos los ventiladores de techo vienen con un modo invierno, en el que giran repartiendo el calor de la estancia y crean un ambiente más agradable. Por si fuera poco, son muy estéticos, ya que la mayor parte de estos ventiladores esconden sus palas o aspas cuando no los usamos. Así, si no los activamos tendrán el aspecto de una lámpara de líneas modernas.

Ventiladores de pie y de mesa si necesitamos portabilidad

¿Qué ocurre si necesitamos mover el ventilador o los ventiladores por la casa? Aquí, la solución son los de sobremesa o los de pie. Estamos ante electrodomésticos muy económicos y que gastan muy poca electricidad, de forma que podemos tener varios en las zonas de más calor de la casa e ir moviéndolos por donde queramos.

Existen varios formatos distintos, como los tradicionales, los de torre e incluso sin aspas, de forma que podemos escoger aquel que mejor se ajuste al espacio que tenemos o a nuestros gustos. Como ocurre con los de techo, estos ventiladores también se manejan ya con la voz y traen su propia aplicación, lo que les aporta una enorme versatilidad.

Por ejemplo, podemos encenderlos y apagarlos desde la cama, cambiar su velocidad o incluso programarlos. Algunas personas se quejan de que el ventilador les da frío ya de madrugada, así que es posible programarlos para que se apaguen a una determinada hora.

Incluso tenemos la posibilidad de crear escenas colocando sensores en la habitación. Así, el ventilador se apagaría solo al bajar de una determinada temperatura o se encendería al alcanzar unos grados prefijados (por ejemplo 25) sin que nosotros tengamos que actuar.

No enfrían los ambientes, pero lo cierto es que el aire que dan es más que suficiente para hacernos el verano más agradable, todo ello sin que se note en la factura de la luz.