Buch y Campa resaltan la colaboración como clave para sostener la solidez financiera

La presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Claudia Buch, y el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (BEA), José Manuel Campa, han destacado este martes en un encuentro celebrado en Frankfurt (Alemania) la importancia que tiene la cooperación como mecanismo para asegurar la estabilidad del sistema financiero.

En este sentido, Buch ha apuntado a que el 90% de los inspectores que hay sobre el terreno velando por la correcta supervisión bancaria proceden de las autoridades nacionales, lo que se ha traducido en la aparición de «una cultura donde se evalúan los riesgos de forma conjunta». Así, la alemana ha explicado que la confianza en el sistema consiste en mantener abiertos los canales de comunicación, ya sea con los supervisores nacionales, los bancos o la sociedad civil, máxime en un entorno de alto riesgo geopolítico.

El Papel de los Bancos en la Financiación de la Economía Real

Los datos son muy claros, y es que cuando los bancos son más fuertes, están mejor capitalizados y están mejor dirigidos también pueden contribuir mejor a la financiación de la economía real también en tiempos de estrés», ha resuelto Buch. De su lado, Campa ha indicado que esta cooperación, que suele verse negativamente afectada durante las crisis, también debe extenderse hacia actores en terceros países más allá de Europa, como puede ser para abordar retos del lado de la privacidad de los datos o la sostenibilidad.

La Necesidad de una Visión Global y Coordinada

En este contexto, es fundamental que las autoridades supervisoras nacionales y europeas trabajen de manera coordinada para hacer frente a los desafíos que enfrentan los sistemas financieros en un entorno cada vez más global y complejo. Sólo a través de una colaboración estrecha y una visión integral podrán garantizar la estabilidad y resiliencia del sector financiero, lo que a su vez permitirá que los bancos puedan cumplir adecuadamente su función de financiación de la economía real.

La cooperación internacional, tanto a nivel europeo como global, se erige como un pilar clave para asegurar la solidez del sistema financiero y su capacidad de responder eficazmente a las crisis y riesgos emergentes. Sólo a través de este enfoque colaborativo podrán las autoridades supervisoras anticipar y mitigar los potenciales impactos negativos sobre la estabilidad financiera, protegiendo así los intereses de los ciudadanos y las empresas.