El mercado privado, en auge: 54 billones de euros en activos proyectados para 2032

En los próximos años, los activos bajo gestión en mercados privados experimentarán un crecimiento exponencial, consolidándose como una fuerza dominante en el panorama financiero mundial. Según un reciente informe de la prestigiosa consultora Bain & Company, para el año 2032, estos activos alcanzarán niveles cercanos a los 60-65 billones de dólares, representando casi una tercera parte del total de activos bajo gestión.

Esta tendencia refleja un cambio fundamental en la industria de la gestión de activos, donde los gestores de patrimonios y activos están cada vez más inclinados a diversificar sus ofertas hacia los mercados privados. Esta decisión se debe, en gran medida, a la disminución de la rentabilidad en los mercados públicos tradicionales, como las bolsas de valores.

LOS ATRACTIVOS DE LOS MERCADOS PRIVADOS

Los mercados privados, caracterizados por su iliquidez, ofrecen una serie de ventajas que los hacen cada vez más atractivos para los inversores. Según el informe, estos activos presentan potencialmente mayores rendimientos, así como una mayor diversificación y, en algunos casos, incluso una cobertura frente a la inflación, como en el caso del sector inmobiliario.

Además, los gestores de activos reconocen que los modelos de negocio que han dominado la industria durante años se encuentran en una fase de agotamiento. En este contexto, los mercados privados representan un mercado mucho mayor que los activos públicos, lo que les permite explorar nuevas oportunidades de crecimiento y rentabilidad.

En términos de proyecciones, el estudio de Bain & Company prevé que el crédito a alternativas privadas crecerá a una tasa anual media de entre el 10% y el 12%, mientras que las infraestructuras lo harán a una tasa anual media de entre el 13% y el 15% durante la próxima década.

LA CRECIENTE DEMANDA DE LOS INVERSORES

La creciente popularidad de los activos privados no se limita solo a los gestores de activos, sino que también se ve reflejada en la demanda de los inversores. Según el informe, se espera que los inversores institucionales aumenten su asignación a activos alternativos a una tasa compuesta anual del 10% entre 2022 y 2032, lo que llevaría los activos bajo gestión a alcanzar ese rango de, al menos, 60 billones de dólares.

Pero el fenómeno no se detiene ahí. Los inversores minoristas también se están sumando a esta tendencia, con la previsión de que el porcentaje de activos bajo gestión procedentes de este segmento pase del 16% en 2022 al 22% en 2032. Según la consultora Bain & Company, los inversores minoristas «están dispuestos a tolerar una menor liquidez» a cambio de acceder a estos mercados.

Para adaptarse a esta creciente demanda, las principales empresas del sector han lanzado una serie de ofertas específicas para inversores minoristas, como productos de liquidez intermitente, con el objetivo de facilitar su acceso a los mercados privados.

En resumen, la tendencia hacia los activos privados se ha convertido en una revolución silenciosa en la industria de la gestión de activos. Con tasas de crecimiento que superan a los mercados públicos y una demanda cada vez mayor por parte de los inversores, tanto institucionales como minoristas, este segmento se perfila como una fuerza dominante en los próximos años, con profundas implicaciones para el panorama financiero global.