La Policía de Corea del Sur ha iniciado una investigación preliminar contra la red de mensajería Telegram por supuesta negligencia y complicidad al permitir una serie de delitos sexuales relacionados con la práctica del ‘deepfake’. Esta acción se produce días después de que saliera a la luz un grupo de Telegram con más de 220.000 usuarios que compartían material pornográfico manipulado creado por inteligencia artificial, incluso de menores de edad.
Durante la última semana, se han presentado 88 denuncias por estos hechos. La Agencia de Policía Metropolitana de Seúl ha señalado que los cargos son por complicidad en este crimen. El jefe de la oficina de investigación, Woo Jong Soo, ha reconocido que el proceso cuenta con amplios desafíos, pues Telegram no suele facilitar datos, como información de cuentas, según informa la agencia Yonhap.
EL AUMENTO DE LOS DELITOS SEXUALES RELACIONADOS CON ‘DEEPFAKE’
La semana pasada, el Gobierno de Corea del Sur pidió a Telegram y a otras empresas de redes sociales que eliminaran este tipo de contenido de sus plataformas debido al aumento de este tipo de delitos, que han afectado principalmente a grupos de estudiantes y jóvenes adolescentes de todo el país.
El ‘deepfake’ es una tecnología que permite crear videos falsos, en los que se sustituye el rostro de una persona por el de otra, dando la impresión de que la persona está realizando acciones o diciendo cosas que en realidad no hizo. Este tipo de contenido puede ser utilizado con fines maliciosos, como la creación de material pornográfico no consentido.
La facilidad de acceso a esta tecnología y la dificultad para detectar su uso indebido han provocado un aumento preocupante de este tipo de delitos en Corea del Sur. Las víctimas, en su mayoría, son jóvenes que ven vulnerada su privacidad y expuestos a un material íntimo que no autorizaron. Esto ha generado una gran preocupación en la sociedad y ha llevado a las autoridades a tomar medidas enérgicas.
LA RESPUESTA DE TELEGRAM Y LAS IMPUTACIONES EN FRANCIA
Mientras tanto, el director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, fue imputado formalmente la semana pasada en Francia por su presunta responsabilidad en varios delitos perpetrados a través de la plataforma, entre ellos la difusión de pornografía infantil.
Esta imputación se produce en el marco de una investigación abierta en Francia desde 2019 sobre la utilización de Telegram para la difusión de contenidos ilegales. Según las autoridades francesas, Telegram no habría tomado las medidas necesarias para evitar que su plataforma fuera utilizada con estos fines.
La respuesta de Telegram ante las denuncias de las autoridades surcoreanas aún no ha sido clara. La empresa, conocida por su política de privacidad y su resistencia a compartir datos de usuarios, deberá enfrentar los desafíos de esta investigación y demostrar que está tomando medidas efectivas para combatir la proliferación de contenidos ilegales en su plataforma.
La lucha contra los delitos sexuales relacionados con ‘deepfake‘ se ha convertido en un reto global, en el que las empresas de tecnología y las autoridades deben trabajar de forma coordinada para proteger a los ciudadanos, especialmente a los más vulnerables. La investigación abierta en Corea del Sur y las imputaciones en Francia son pasos importantes en esta dirección, pero se requerirán esfuerzos sostenidos para hacer frente a esta amenaza.