Los descubrimientos científicos en torno a la biodiversidad mundial son siempre motivo de gran interés y celebración. En esta ocasión, un equipo de investigadores liderados por el Real Jardín Botánico (RJB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha dado a conocer el hallazgo de una nueva especie de arbusto en los valles andinos secos de Perú y Ecuador. Esta nueva especie, bautizada como «Croton maranonensis«, pertenece a la familia de las Euforbiáceas, a la que también pertenece la yuca comestible y el ricino.
Según los expertos, este arbusto es muy abundante en su hábitat natural a lo largo del valle del río Marañón (Perú) y en zonas áridas similares del sur de Ecuador. El nombre de la especie hace referencia precisamente a este valle seco, donde se encuentran las poblaciones más grandes de «Croton maranonensis«. El estudio que recoge este importante descubrimiento acaba de ser publicado en la prestigiosa revista «European Journal of Taxonomy«.
ANÁLISIS CIENTÍFICO CONFIRMA UN NUEVO LINAJE
Para poder confirmar la posición de «Croton maranonensis» como una especie independiente entre sus parientes más cercanos, los científicos llevaron a cabo un exhaustivo análisis filogenético molecular. Tal y como explica Juan Martín-Muñoz, investigador en formación en el RJB y primer autor del estudio, «este análisis, junto con un estudio morfológico, nos permitió apoyar la hipótesis de que los especímenes recolectados en los valles secos de los Andes de Ecuador y Perú pertenecían en efecto a una especie hasta ahora desconocida para la ciencia».
Cabe destacar que la primera muestra botánica de esta especie fue recolectada en el campo hace casi un siglo y medio. Ricarda Riina, investigadora del RJB-CSIC que ha liderado y coordinado este estudio, señala que «esto corrobora algo ya observado en estudios de biodiversidad: algunas especies aún desconocidas por la humanidad yacen en los herbarios y museos durante décadas, ‘esperando’ para ser estudiadas y nombradas por los científicos».
UN HALLAZGO QUE REFLEJA LA RIQUEZA DEL PLANETA
Este descubrimiento de una nueva especie de arbusto en los valles andinos secos de Perú y Ecuador vuelve a poner de manifiesto la riqueza y la diversidad de la biodiversidad aún por descubrir en nuestro planeta. Según datos proporcionados por el RJB, en las últimas décadas se han descrito anualmente unas 2000 especies nuevas de plantas con semillas, una tendencia que, a juicio de los expertos, sugiere que aún queda una porción significativa de la biodiversidad del planeta por descubrir y nombrar.
Este tipo de hallazgos científicos no solo son importantes desde un punto de vista puramente académico, sino que también tienen implicaciones prácticas y aplicadas. El conocimiento detallado de la flora y la fauna de un determinado ecosistema es fundamental para poder comprender su funcionamiento, su fragilidad y su sostenibilidad, lo que a su vez permite diseñar estrategias de conservación y uso sostenible de los recursos naturales. En definitiva, este descubrimiento de una nueva especie de arbusto en los Andes secos de Perú y Ecuador es una muestra más de la riqueza natural que aún queda por explorar y preservar en nuestro planeta.