El fin del sanguinario comando Donosti de ETA llega a los cines

En 1998, la banda terrorista ETA declaró una tregua. El entonces ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, la bautizó como ‘tregua-trampa’, y lo sabía a ciencia cierta, porque en el comando Donosti, en el epicentro de San Sebastián, se había infiltrado una policía, conocida como Aranzazu Berradre.

Ella fue quien pasó la información del rearme de ETA y la que logró la desarticulación de aquel comando. Su historia ha protagonizado numerosos reportajes periodísticos y ahora es una película la que narrará, de manera más o menos ficcionada según cada proyecto, su labor como topo dentro de ETA durante ocho años.

‘LA INFILTRADA’, LA PELÍCULA QUE RECREA ‘COMANDO DONOSTI, UNA DE LAS OPERACIONES POLICILAES MÁS ARRIESGADAS EN CONTRA DE ETA

La lista de películas sobre lo ocurrido en España durante décadas de terrorismo de ETA y sobre sus consecuencias políticas y sociales aún es demasiado pequeña. Durante mucho tiempo, reconstruir en la gran pantalla cualquier aspecto sobre ello significaba ponerse en el punto de mira, meter el dedo en la llaga sobre uno de los aspectos más oscuros para este país desde la Guerra Civil.

Es lo que ocurrirá ahora con la película La infiltrada. La misma está basada en la vida real de Aransas Berradre Marín, alias utilizado por la policía nacional para infiltrarse en la banda terrorista ETA durante varios años. Cuando la joven tenía apenas veinte años se unió a una pandilla haciéndose pasar por miembro del Movimiento de Protección al Testimonio de Logroño.

Durante sus años trabajando para la banda terrorista tuvo que cortar vínculos familiares para mantener su comportamiento extrovertido y se convirtió en la única mujer que compartió piso con dirigentes de ETA, logrando obtener información que llevó a la desarticulación del comando Donosti

AL COMANDO DONOSTI DE ETA SE LE ATRIBUYEN SECUESTROS Y ASESINATOS 

Como tal, el conocido como Comando Donosti, del que hace referencia la película, fue uno de los más sanguinarios de ETA en los años 90′. Estuvo comandado por Jesús María Zabarte Arregui, alias ‘el carnicero de Mondragón’, o Francisco Javier García Gaztelu, alias ‘Txapote’, que este miércoles se ha negado a declarar por el asesinato de Manuel Zamorreño.

A ese Comando Donosti les atribuyen secuestros y asesinatos como el de Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica o Gregorio Ordóñez. Sin embargo, el comando quitó la vida de más de sesenta personas, entre 1982 y 2001. Concejales, autoridades, empresarios, pero también panaderos, cocineros, o vendedores de bicicletas. Gente cualquiera de municipios pequeños a los que le pusieron una diana en la nuca, en su afán por creerse jueces.

Ya en 2005, el numeroso entramado de grupos legales e ilegales que la banda logró establecer en Guipúzcoa hizo en su día que las fuerzas de seguridad le bautizaran en su momento como «complejo Donosti». En ese momento, las fuerzas de seguridad consiguieron impedir también un nuevo intento de ETA de reconstituir este comando.

Fue el 25 de marzo de 2005, cuando la Policía apresó en San Sebastián a Iker Olabarrieta Colorado, Igor González Sola, alias «El Enfermo», y Carmelo Laucirica Orive, presuntos «liberados» de ETA supuestamente encargados de reorganizar el «complejo» o Comando Donosti.

EL LOBO

Uno de esos nombres propios de los que hace referencia la película de La infiltrada es Mikel Lejarza, más conocido como El Lobo. Este ha sido el caso más mediático de todos. Lejarza se infiltró en ETA político-militar y llegó a estar relacionado con miembros de la dirección de la organización. Se le atribuyen 100 detenciones y ETA le responsabilizó de la muerte de varios de sus militantes.

Cambió de identidad y pasó a llamarse Gabriel Sánchez, Más tarde, Lejarza estuvo escondido en México una temporada con ayuda de los aparatos del Estado. Le han dedicado infinidad de reportajes, documentales y libros. Investigadores como Xabier Makazaga han apuntado que Lejarza fue asesinado y suplantado, es decir, otra persona ocupa el lugar de El Lobo en sus últimas apariciones en las que esconde su rostro alegando que se ha hecho varias operaciones de cirugía estética para no ser identificado.