Navega a tu ritmo por Ibiza en barco sin licencia

Una de las mejores maneras de conocer la isla de Ibiza es en barco. Este nos da una enorme independencia, además de permitirnos ir a lugares a los que es imposible (o muy complicado) llegar a pie.

Muchas personas creen que no pueden dirigir un barco, pero lo cierto es que es posible el alquiler de barcos sin licencia. De ese modo, cualquiera tiene la oportunidad de disfrutar del Mediterráneo desde una pequeña embarcación.

¿Cómo son los barcos sin licencia?

Pese a que es algo que la mayoría del público desconoce, lo cierto es que existe la posibilidad de pilotar barcos sin titulación. Esto está recogido en la legislación y esta clase de embarcaciones tienen una serie de limitaciones. No pueden superar los 15 CV de potencia, el tamaño es como máximo de unos cinco metros y por norma general su capacidad no excede de las 6 personas.

Poseen una potencia limitada, de ahí que no requieran una licencia, pero es más que suficiente con el fin de recorrer la costa y los alrededores de la isla.

¿Qué suelen traer estos barcos?

Los barcos sin licencia no están ideados con el fin de navegar grandes distancias en alta mar, sino para pasar un día agradable con un grupo de amigos o en familia cerca de las playas.

De ese modo, lo usual es que vengan con un equipo de música, un toldo, una mesa, una nevera, solárium en proa y una plataforma de popa. En esta última es posible relajarse a ras del agua.

Algunos lugares que podemos visitar a bordo de un barco

Hay varias zonas que se pueden visitar si vamos en barco, muchas de las cuales son prácticamente inaccesibles sin él.

Es Vedrà

No es posible desembarcar en la isla, ya que es un paraje protegido, pero navegar por los alrededores es una experiencia de esas que quedan marcadas, en especial si lo hacemos en la puesta de sol.

Cala Conta

Ibiza es conocida por sus calas y esta es una de ellas. Atesora unas aguas turquesas imposibles de ver en otro sitio y atardeceres espectaculares.

La idea es fondear el barco y disfrutar tanto del agua como de las playas de arena blanca. Además, hay una serie de islotes cercanos que también podemos visitar.

Cala Bassa

Es otra de las joyas de la isla, con aguas cristalinas y poco profundas. Está rodeada de un bosque de pino bastante denso y en ella podemos nadar o disfrutar de la tranquilidad que aporta la zona.

Cala Xarraca

Ibiza suele estar llena de turistas durante la época estival, pero por suerte aún hay zonas en las que hay poca gente. Esta cala, accesible en un barco sin licencia, es una de ellas. Allí van aquellos que buscan un entorno natural y más tranquilo, el cual se caracteriza por tener aguas transparentes.

Se trata de un buen sitio para hacer snorkel o con el fin de pasar un rato agradable en una zona más salvaje de la isla y menos masificada, algo que no es fácil de encontrar