Comillas es un pueblo que enamoran a primera vista. Este pequeño y pintoresco municipio, ubicado en la costa norte de España, en la comunidad autónoma de Cantabria, no solo se destaca por su impresionante entorno natural y su costa bañada por el mar Cantábrico, sino también por su rica historia y su notable patrimonio arquitectónico. Es ideal para una escapada de fin de semana en cualquier época del año.
Comillas es un pueblo que cuenta con un pasado fascinante que se refleja en su arquitectura y en sus calles empedradas. Fue un importante puerto de pesca en tiempos antiguos, pero su auge llegó en el siglo XIX cuando la nobleza y la burguesía comenzaron a frecuentarlo como destino vacacional. Este auge dejó un legado de edificios y monumentos que hoy son símbolo de la villa.
Uno de los principales atractivos de Comillas es sin duda su impresionante arquitectura modernista. Destaca El Capricho de Gaudí, una de las pocas obras del famoso arquitecto catalán Antoni Gaudí fuera de Cataluña. Esta colorida y singular casa, con su característico uso de cerámica y hierro forjado, es una visita obligada para cualquier amante del arte.
El pueblo más buscado en Google
Resulta que este pequeño pueblo de apenas 5000 habitantes tiene un récord de búsquedas de 5600 mensuales en Google, lo que habla de su buen momento atrayendo turistas, en especial influenciadores que visitan la localidad para darle a conocer por medio de sus redes sociales.
Y es que, más allá de su patrimonio arquitectónico, Comillas ofrece un entorno natural impresionante. Sus paisajes verdes, típicos de Cantabria, se combinan a la perfección con su playa de arena dorada, ideal para relajarse y disfrutar del sol. El Parque Natural de Oyambre, muy cercano, es una joya para los amantes de la naturaleza, con sus dunas, marismas y una gran biodiversidad.
La gastronomía de Comillas es otro de sus grandes atractivos. Aquí se puede degustar lo mejor de la cocina cántabra, con especialidades como el cocido montañés, pescados y mariscos frescos, y los sobaos pasiegos y quesadas para el postre. Los bares y restaurantes del pueblo ofrecen una experiencia culinaria auténtica, perfecta para complementar una visita turística. Sin duda este es un lugar para conocer al menos una vez en la vida.