Furia del PP contra Albares por su actitud conciliadora con Venezuela

El reciente proceso electoral en Venezuela ha generado una gran controversia a nivel internacional, con acusaciones de fraude y cuestionamientos sobre la legitimidad del proceso. En este contexto, la postura del Gobierno español, a través de su Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha sido objeto de críticas por parte del Partido Popular (PP).

El portavoz del PP, Borja Sémper, ha arremetido contra el Ejecutivo por lo que considera una actitud de «silencio» o «vergonzosa y calculada equidistancia» ante la situación en Venezuela. Sémper ha comparado la postura del Gobierno español con la del presidente de Chile, Gabriel Boric, quien ha sido «contundente» en su rechazo al «fraude» electoral en el país caribeño.

El Gobierno Español y su Posición Ambigua

Según Sémper, el Ministro Albares ha evitado referirse a Venezuela como una «dictadura» y ha señalado que no sería «responsable» reconocer la victoria del candidato opositor Edmundo González. Esta postura, a juicio del portavoz del PP, «pone paños calientes» ante lo que considera un «atropello a las libertades y la democracia» en Venezuela.

El representante del Partido Popular ha insinuado que la actitud del Gobierno español «da lugar a elucubraciones» sobre las razones por las cuales el Ejecutivo «calla» ante la figura del presidente venezolano, Nicolás Maduro, al que ha calificado de «dictador».

El Reto de Feijóo y el PP en el Congreso

Sémper ha afirmado que, en caso de que Alberto Núñez Feijóo fuera el presidente, ya habría reconocido a González como «presidente electo» de Venezuela y habría admitido «de manera institucional la derrota» de Maduro.

Ante esta situación, el PP ha anunciado que el primer Pleno del Congreso del nuevo curso político debatirá y votará una iniciativa que pide reconocer la victoria de González, con el objetivo de «retratar» al PSOE y saber si votará «a favor de la libertad y la democracia o el régimen de Maduro«.

En resumen, la posición ambigua del Gobierno español ante las elecciones venezolanas ha sido objeto de fuertes críticas por parte del Partido Popular, que busca posicionarse como un defensor de la democracia y la libertad en la región.