Usar IA para contenido con imágenes con copyright tiene graves efectos secundarios

La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una herramienta cada vez más poderosa y ubicua en nuestras vidas diarias. Sin embargo, el uso de esta tecnología plantea importantes desafíos en torno a la propiedad intelectual y la protección de datos. En una mesa redonda organizada en el curso de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), expertos en derecho y tecnología abordaron estos temas cruciales.

RESPONSABILIDADES EN EL USO DE IA GENERATIVA

El profesor de Derecho Penal de la Universidad de Granada (UGR), Javier Valls Prieto, señaló que la IA generativa se alimenta de información de Internet, gran parte de la cual está protegida por derechos de propiedad intelectual. Esto significa que el uso de dicha información por parte de la IA puede constituir una infracción, recayendo la responsabilidad tanto en el usuario que ha utilizado la IA como en la empresa que no ha asegurado un uso lícito de su producto.

La cofundadora de Monoceros Labs, Nieves Ábalos, enfatizó que la IA no aprende por sí sola, sino que es el ser humano quien le indica las imágenes o contenidos que debe procesar. Por lo tanto, la responsabilidad principal recae en la persona que solicita el trabajo a la IA. Además, Ábalos destacó que la IA es capaz de imprimir una cierta dosis de «creatividad» al contenido que genera a partir de información previa, lo que complica aún más la determinación de la propiedad intelectual.

El director del Secretariado de la Oficina de Software Libre de la UGR, Pablo García, planteó la cuestión de la posesión del copyright de una imagen creada por IA. Valls Prieto respondió que, al igual que con un documento escrito en Word, la propiedad intelectual recae en la persona que solicitó el trabajo a la IA, no en la máquina en sí. Sin embargo, Valls también señaló que en algunos países, como Estados Unidos, no se reconoce la propiedad intelectual sobre contenido generado por IA.

PROTECCIÓN DE DATOS Y ENTRENAMIENTO DE MODELOS

Uno de los aspectos clave en el uso de la IA es la protección de datos. Valls Prieto explicó que los desarrolladores deben «entrenar» estos modelos de IA para que lo que generen sea sustancialmente diferente del material original, de manera que no haya confusión entre un producto y otro. Esto implica que se deben tomar medidas para evitar que la IA reproduzca contenido protegido por derechos de autor.

Además, Valls Prieto señaló que, en muchos casos, los datos utilizados por la IA están registrados bajo derechos de propiedad intelectual, lo que significa que se deben pagar las tarifas correspondientes si se quiere utilizar dicha información. Esto plantea retos económicos y legales para las empresas y desarrolladores que trabajan con IA.

IMPORTANCIA DE LA TRANSPARENCIA Y LA INTERACCIÓN HUMANA

Uno de los puntos clave planteados en la mesa redonda fue la transparencia en el uso de la IA. Valls Prieto recalcó que es «muy importante saber cuándo hemos sido ayudados por máquinas y cuándo hemos interactuado con ellas». Este principio de transparencia es fundamental para determinar la responsabilidad en la generación de contenido y la protección de la propiedad intelectual.

Asimismo, Ábalos señaló que, aunque la IA puede generar contenido de manera autónoma, la responsabilidad recae en la persona que solicita el trabajo a la IA y en la empresa desarrolladora que no ha asegurado un uso lícito de su producto. En este sentido, la interacción humana sigue siendo clave en el proceso de creación, incluso cuando se utiliza IA.

En conclusión, el uso de la Inteligencia Artificial plantea importantes desafíos en torno a la propiedad intelectual y la protección de datos. Los expertos coincidieron en la necesidad de establecer marcos legales y éticos que garanticen un uso responsable y transparente de esta tecnología, preservando los derechos de los creadores y los usuarios. La colaboración entre expertos en derecho, tecnología y ética será fundamental para abordar estos retos y aprovechar al máximo el potencial de la IA.