Alerta en el aire: Operaciones afectadas por el escrutinio de los 787 Dreamliner de Boeing

La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos ha ordenado inspecciones a 895 aviones Boeing 787 Dreamliner, lo que potencialmente afectará a más de 18 millones de plazas en más de 64.000 vuelos programados a nivel mundial en los próximos 30 días. Esta medida se debe a un incidente ocurrido en marzo, donde una aeronave de Latam Airlines cayó repentinamente en picado, provocando más de 50 heridos.

Según la información proporcionada por la firma de análisis Mabrian, el 92% de esos 64.000 vuelos programados corresponden a los modelos 787-8 y 787-9. Más específicamente, el 58% de las plazas aéreas afectadas están programadas en los 787-9, y más de un tercio en el modelo 787-8.

Desafío Logístico para las Aerolíneas

Si bien esta inspección obligatoria no implicará dejar en tierra todos los aviones al mismo tiempo, ya que las aerolíneas tienen 30 días para completarla y solucionar cualquier desperfecto, supondrá un enorme desafío en un calendario de verano y post temporada ya de por sí ajustado. Esto podría provocar retrasos y cancelaciones en todo el mundo, según explica Carlos Cendra, socio y director de Marketing y Comunicaciones de Mabrian.

Las aerolíneas que tendrán que gestionar un mayor impacto derivado de esta directiva de la FAA serán All Nippon Airways y Qatar Airways, así como Hainan Airlines y Ethiopian Airlines. Otras compañías clave para la conectividad asiática, como Japan Airlines, Singapore Airlines y China Southern Airlines, también deberán reorganizar sus horarios en el próximo mes.

Impacto en Rutas Internacionales

Asimismo, aerolíneas mundiales que conectan América y Europa, especialmente United Airlines, American Airlines, Air Canada, Latam Airlines y Air Europa, se verán obligadas a reorganizar plazas y vuelos en los próximos 30 días. Estas compañías, que atienden rutas de larga distancia en Oriente Medio y Asia, como Etihad Airways y Turkish Airlines, también deberán hacer frente a este desafío.

En definitiva, esta inspección obligatoria de la FAA a la flota de Boeing 787 Dreamliner supondrá un importante reto logístico para las aerolíneas a nivel mundial, con el potencial de generar retrasos y cancelaciones durante la temporada de verano y post temporada, especialmente para aquellas compañías aéreas con una mayor exposición a este modelo de avión.