Disney en el ojo del huracán por su nueva adaptación de Blancanieves

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En la nueva versión de un clásico de Disney, la decisión de no incluir actores de baja estatura para dar vida a los personajes emblemáticos ha desatado una gran polémica. Con la intención de evitar posibles ofensas al colectivo de personas con enanismo, los creadores han optado por usar tecnología digital para recrear a estos personajes.

La discusión sobre cómo se representan ciertos roles en la pantalla alcanzó su punto más álgido en una intensa conversación en el programa Uncensored, presentado por Piers Morgan. Durante la emisión, el luchador y actor Dylan Postl, quien tiene enanismo, protagonizó un intercambio de opiniones con otro invitado que intentaba mantener una postura políticamente correcta.

Este diálogo, que por momentos rozó lo surrealista, recuerda al tipo de humor absurdo de los Monty Python. Mientras Postl defendía su derecho a llamarse enano, su interlocutor sugería otros términos, generando una conversación que pone en evidencia las complejidades y malentendidos en torno a la identidad y la corrección política en la sociedad actual.

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Controversia en torno a la próxima versión de Blancanieves de Disney

Disney en el ojo del huracán por su nueva adaptación de Blancanieves

La controversia en torno a la próxima versión de Blancanieves que Disney lanzará en la primavera de 2025 ha alcanzado un punto álgido, con un debate que ha tomado tintes surrealistas. En esta adaptación, la decisión de Disney de no incluir a los siete enanitos representados por actores reales ha sido vista por muchos como un reflejo de la creciente influencia de la corrección política en la industria cinematográfica.

La película, bajo la dirección de Marc Webb, ha experimentado una transformación notable, introduciendo cambios significativos que han alterado algunos de los elementos más reconocibles del cuento original de los hermanos Grimm.

En lugar de la clásica Blancanieves, con su tez pálida y delicada, esta nueva versión contará con la interpretación de Rachel Zegler, una actriz de origen latino, cuyo aspecto se aleja de su estereotipo. Este casting ha generado un intenso debate, especialmente cuando se compara a Zegler con Gal Gadot, quien dará vida a la malvada reina, y cuya apariencia ha sido elogiada por su belleza, creando un fuerte contraste con la protagonista.

Para algunos críticos, estos cambios representan una desviación significativa de la esencia del cuento original, adaptada para ajustarse a los estándares actuales de diversidad e inclusión en Hollywood.

La icónica pregunta de la reina al espejo, «Espejito, espejito, ¿quién es la más hermosa del reino?», adquiere un nuevo matiz en esta versión, donde el espejo ya no necesita distorsionar la verdad para halagar a su dueña. Para muchos, esta adaptación es un claro ejemplo de cómo el concepto del wokismo, que ha ganado fuerza en la industria del entretenimiento, está reconfigurando las historias clásicas para alinearse con los valores y sensibilidades contemporáneas, a menudo sacrificando la fidelidad a las narrativas originales.

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